Uno menos
UNAI OIARTZUN
Un poco más cerca de la
permanencia. Creo que a día de hoy es lo que piensa el entorno unionista a raíz
del empate rascado en Majadahonda. En un partido condicionado por la expulsión de
Itxaso, el Real Unión evitó salir escaldado. Pese a jugar en inferioridad
numérica durante sesenta minutos, el equipo encontró el camino del gol. Volvió a pagar caro el desajuste defensivo
en la jugada de la igualada, pero logró amarrar un empate que se antojaba
complicado al final de la primera mitad. En semejantes circunstancias, el punto
es un gran premio. Los txuribeltz siguen sin ganar desde el choque contra el
Laudio, pero al menos logran sumar y mantienen la distancia con el descenso.
Otra lectura sería pesimista en exceso.
El
partido se torció desde el inicio, con el choque de Itxaso con Galass. Al igual
que en el derbi contra el Sanse, el portero fue el peor parado. Por si el golpe
fuera poco, el de Zizur recibió una arriesgada cesión de Azkoiti y se ganó la
expulsión directa. Así acabó la primera
fase de Julen Itxaso como portero titular en el Real Unión. El joven ha dado la
talla y casi había hecho olvidar a Otermin, pero ya se encargó el zarauztarra
de reivindicar su papel en el equipo. Acertó la intención de Aquino y paró el
lanzamiento de penalti. No solo eso, sino que mantuvo vivo al Unión realizando
otras dos intervenciones de mérito antes del descanso. Si las lesiones le
respetan, tenemos Xixa para rato.
En
la segunda parte los de Sergio Francisco mostraron la convicción necesaria para
lograr la victoria. Pero lógicamente, la inferioridad mermaba el potencial de
los txuribeltz. El oficio y la veteranía salvaron al Unión de un peor
desenlace. Goikoetxea marcó el gol respondiendo con atención al pase del
artífice del tanto, Eneko Romo. El navarro desenfundó otra de las armas del
fútbol, la astucia. El capitán merece una mención especial, y es que cumplió su
encuentro número doscientos defendiendo el escudo del Real Unión. No hay duda
del compromiso y del cariño que ha mostrado Romo hacia Irun y su equipo, y
deberíamos devolverlo, como mínimo, con una sonora ovación el domingo en el
Stadium Gal. Eneko Romo, y sobre todo, su inolvidable testarazo en el Bernabéu,
entraron hace tiempo en la historia del club.
Tras
recibir el empate, el equipo sacó a relucir la dilatada experiencia de sus jugadores. En una tesitura como la que
vive el Real Unión, contar con Romo, Goikoetxea, Otermin o Juan Domínguez es
toda una garantía para el equipo. Volviendo a la base, el Unión suma treinta y
cinco puntos. Diez más deberían bastar para mantener la categoría. Quedan once
jornadas, y con un punto por cada una de ellas, la temporada está salvada. El
domingo viene el Real Madrid C, equipo que acabó con la impecable racha de los
de Sergio Francisco a principio de temporada. A partir de entonces, el equipo
cayó en la irregular dinámica que le ha llevado a su actual posición. Es el
momento de la revancha. El Real Unión debe cambiar la trayectoria, esta vez a
su favor.
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