Alarmas
UNAI OIARTZUN
Mal aspecto tiene el rumbo que ha
tomado el Real Unión. Preocupante, cuanto menos. El buen inicio de segunda
vuelta ha quedado atrás, y ya van cuatro
las jornadas sin conocer la victoria. Suerte tiene el equipo de que sus
perseguidores no hayan reaccionado ante su caída. Por fortuna, los txuribeltz mantienen
el colchón sobre los puestos de descenso. Hasta el momento, la situación
deportiva no se había visto contagiada por los problemas externos. No llevaba
el mismo camino. Suele decirse que los impagos no afectan en la competición,
que los jugadores se abstraen de sus problemas a la hora de saltar al verde.
Pero es evidente que tarde o temprano, acaban pasando factura. La liga ha
entrado en su último tercio y el Unión empieza a sufrir el desgaste.
La
semana ha sido dura en el Stadium Gal. Lejos de levantarse de la derrota en
Zubieta, el equipo de Sergio Francisco
se ha hundido en el lodo del terreno de juego. El desastre más inesperado se produjo el miércoles en la Copa
Federación. El Balmaseda remontó la eliminatoria a la heroica, dejando en
evidencia a un Real Unión de mayor categoría, pero menos concentrado y
motivado. Cuesta asumirlo, sabiendo que 12.000 euros esperaban solo por haber
superado la eliminatoria. Sin embargo, creo que también tiene cabida la
autocrítica de la afición. La parroquia txuribeltz no respondió, no acompañó a
sus jugadores en el camino hacia la semifinal. Entre todos, hemos
desaprovechado una tremenda oportunidad de aliviar los apuros económicos del
club.
Una
pobre imagen de las gradas del Stadium volvió a repetirse el sábado en jornada de
liga. El equipo, en cambio, mejoró sus prestaciones. Completó un buen partido,
paliando bajas tan sensibles como las de Eneko Romo y Juan Domínguez. Pero
faltó el gol y en consecuencia, el resultado volvió a ser negativo. Al Sestao
no le hizo falta brillar, ni encandilar al espectador. Sacó partido a la mínima
concesión del rival y amarró tres puntos que le arriman al grupo cabecero. El
Unión sigue atascado y no levanta la cabeza. La próxima victoria no se puede
demorar más, pues de lo contrario, el final de temporada puede hacerse muy
duro. De momento la clasificación no aprieta,
pero podría hacerlo en caso de perder el domingo que viene. La visita a
las instalaciones de Majadahonda se antoja clave de cara al último tramo de la
campaña.
El
Atlético de Madrid B es decimosexto en la tabla y marca la plaza de promoción
de descenso. Ha sumado siete puntos menos que el Real Unión, y está ante una
gran ocasión de hundir a un rival más en la pelea por eludir el descenso. Los
txuribeltz tratarán de evitarlo a toda costa. Ganando, se alejarían
considerablemente de la zona de peligro. El equipo unionista está herido, pero
más grave se encuentra el filial colchonero. Cuatro derrotas acumula el
Atlético B de manera consecutiva. Los de Sergio Francisco ya se impusieron con
autoridad en la primera vuelta y necesitan volver a hacerlo para parar la
hemorragia. Tres puntos devolverían el sosiego necesario para volver a la senda
correcta. Hay margen de maniobra.
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