martes, 18 de febrero de 2014

Lo que el río ve

Alarmas
UNAI OIARTZUN
Mal aspecto tiene el rumbo que ha tomado el Real Unión. Preocupante, cuanto menos. El buen inicio de segunda vuelta ha quedado atrás, y ya  van cuatro las jornadas sin conocer la victoria. Suerte tiene el equipo de que sus perseguidores no hayan reaccionado ante su caída. Por fortuna, los txuribeltz mantienen el colchón sobre los puestos de descenso. Hasta el momento, la situación deportiva no se había visto contagiada por los problemas externos. No llevaba el mismo camino. Suele decirse que los impagos no afectan en la competición, que los jugadores se abstraen de sus problemas a la hora de saltar al verde. Pero es evidente que tarde o temprano, acaban pasando factura. La liga ha entrado en su último tercio y el Unión empieza a sufrir el desgaste.
                La semana ha sido dura en el Stadium Gal. Lejos de levantarse de la derrota en Zubieta,  el equipo de Sergio Francisco se ha hundido en el lodo del terreno de juego. El desastre más  inesperado se produjo el miércoles en la Copa Federación. El Balmaseda remontó la eliminatoria a la heroica, dejando en evidencia a un Real Unión de mayor categoría, pero menos concentrado y motivado. Cuesta asumirlo, sabiendo que 12.000 euros esperaban solo por haber superado la eliminatoria. Sin embargo, creo que también tiene cabida la autocrítica de la afición. La parroquia txuribeltz no respondió, no acompañó a sus jugadores en el camino hacia la semifinal. Entre todos, hemos desaprovechado una tremenda oportunidad de aliviar los apuros económicos del club.
                Una pobre imagen de las gradas del Stadium volvió a repetirse el sábado en jornada de liga. El equipo, en cambio, mejoró sus prestaciones. Completó un buen partido, paliando bajas tan sensibles como las de Eneko Romo y Juan Domínguez. Pero faltó el gol y en consecuencia, el resultado volvió a ser negativo. Al Sestao no le hizo falta brillar, ni encandilar al espectador. Sacó partido a la mínima concesión del rival y amarró tres puntos que le arriman al grupo cabecero. El Unión sigue atascado y no levanta la cabeza. La próxima victoria no se puede demorar más, pues de lo contrario, el final de temporada puede hacerse muy duro. De momento la clasificación no aprieta,  pero podría hacerlo en caso de perder el domingo que viene. La visita a las instalaciones de Majadahonda se antoja clave de cara al último tramo de la campaña.
                El Atlético de Madrid B es decimosexto en la tabla y marca la plaza de promoción de descenso. Ha sumado siete puntos menos que el Real Unión, y está ante una gran ocasión de hundir a un rival más en la pelea por eludir el descenso. Los txuribeltz tratarán de evitarlo a toda costa. Ganando, se alejarían considerablemente de la zona de peligro. El equipo unionista está herido, pero más grave se encuentra el filial colchonero. Cuatro derrotas acumula el Atlético B de manera consecutiva. Los de Sergio Francisco ya se impusieron con autoridad en la primera vuelta y necesitan volver a hacerlo para parar la hemorragia. Tres puntos devolverían el sosiego necesario para volver a la senda correcta. Hay margen de maniobra.

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