Paso
de gigante
UNAI
OIARTZUN
Definitivamente, el Real Unión ha superado el bache de febrero para
retomar el pulso a la competición. Con tres victorias consecutivas,
cuatro jornadas sin perder y solo dos goles encajados, el equipo de
Aitor Zulaika recupera su mejor nivel y vuelve a ser un sólido
bloque verdaderamente duro de batir. El sábado consiguió una
victoria de peso, de las que más allá del juego, amedrentan a
cualquier rival. Golear al Barakaldo en Lasesarre es una medalla que
acredita al Unión de cara las últimas semanas de competición. Un
resultado memorable que invita a seguir soñando. De paso, los
txuribeltz dejan al equipo fabril a una distancia casi insalvable.
Con seis puntos de ventaja más golaveraje, el Barakaldo queda
prácticamente descartado como rival. Tímidamente, pero el panorama
clasificatorio empieza a aclararse.
El Real Unión venció en Lasesarre con un alarde de seriedad y
pegada. Fue un equipo compacto, muy fuerte en el aspecto defensivo, con el
apoyo determinante del guardameta Jon Tena. Presionó y luchó por
robar el balón, sabiendo que no siempre toca llevar la iniciativa.
Los txuribeltz estuvieron muy centrados, y sacaron petróleo de los
errores rivales. Esta vez fue el Unión el que hizo pagar al rival
por sus despistes. En el primer gol, puede que el árbitro ayudara en
cierta medida, por lo riguroso del penalti. En los otros dos,
Goikoetxea y Galán demostraron concentración, pelea y finalización
para dar la victoria a su equipo. El Real Unión dejó en evidencia
al Barakaldo, que se llevó un buen varapalo al verse derrotado con
semejante claridad. Los de Irun no necesitaron ser superiores en el
juego para fulminar a un potente rival. Dejaron claro el alcance de
su competitividad.
Con el transcurso de lar jornadas, la confianza del equipo va en
aumento. Los unionistas están muy enchufados, e ilusionados con el
desenlace que pueda deparar la presente campaña. De todos modos, lo
más importante es que siguen trabajando a destajo, entrenando con
intensidad y preparando con mimo cada partido. Queda un último
esfuerzo antes del necesario respiro. Ganar al Leioa y plantarse con
cincuenta y siete puntos a falta de seis jornadas supondría
acariciar la clasificación para la fase de ascenso. Luego vendrán
unos días de descanso que agradecerá la plantilla, más si cabe
conociendo el exigente mes que arrancará el día nueve en Castellón.
Pero eso será otra historia. Siguiendo la simple filosofía que
mejor ha funcionado, Aitor Zulaika y el Real Unión no piensan más
que en el Leioa. Sin duda todo lo que venga será más fácil en caso
de ganar al equipo vizcaíno.