Avatares del deporte
UNAI OIARTZUN
De poco sirve achacar el empate a
la mala fortuna, o a las decisiones del árbitro en el último minuto. Es obvio
que de haber ampliado la ventaja cuando tuvo ocasión, el Real Unión no se
lamentaría ahora por los dos puntos perdidos en Toledo. En ocasiones el deporte
es duro, y castiga severamente los errores cometidos. Es lo que ocurrió en el último suspiro de la
visita de los txuribeltz al Salto del Caballo. Por eso no hay mucho más que
decir respecto a la jugada del empate a dos. El partido merece un análisis más
amplio. Más allá del punto cosechado, el Real Unión vino fortalecido de tierras
manchegas. Ofreció una gran imagen, y mostró otra suculenta ración de lo mejor
que atesora, para maniatar a un rival de un potencial encomiable. De momento,
los txuribeltz han tenido dos caras muy diferentes. Pero está claro que la
buena es garantía de fútbol, de goles, y esperemos que de puntos.
Toledo
y Real Unión son equipos en construcción. Pero Aitor Zulaika avanza raudo y el
suyo está adoptando la forma correcta según su criterio. La personalidad, la
actitud y la idea de juego del entrenador para el Real Unión empiezan a
vislumbrarse con el paso de las jornadas. La ilusionante plantilla del verano
se está convirtiendo en el equipo que quiere ver el míster. Algo que queda
claro es que Zulaika prepara con mimo cada partido. Estudia las virtudes y los
defectos del rival y busca la manera de hacerle daño. Así ha logrado controlar
al Huesca, al Sestao, al Guadalajara y al Toledo. Equipos llamados a ocupar
puestos nobles en la clasificación final. El resultado de cada partido es otra
historia, y los cinco puntos del casillero dicen que, evidentemente, no todo ha
salido bien. Por distintas razones, el Unión no ha conseguido un premio acorde
con su trabajo. Pero salvando el descalabro de Zubieta, ha dado la cara en cada
partido, dominando en muchas fases a rivales de entidad contrastada.
¿Por
qué no ha sumado más puntos? Es la pregunta que aficionados, directivos,
técnicos y jugadores se habrán hecho durante las últimas semanas. Hay datos que
hablan por sí solos. Por ejemplo, que los rivales han perforado la meta
unionista en las cinco jornadas de liga. Con diez goles en contra, el Real
Unión es uno de los equipos que más han recibido. Pero además, los de Irun han
encajado primero en todas las jornadas, salvo en el último partido. La
remontada añade un valor épico a cada victoria. Pero tener que hacerlo de
manera sistemática supone una dificultad insalvable. Si el Unión no cierra el
grifo en defensa, será complicado sumar de tres en tres. Otro de los aspectos a
corregir quedó patente en el Salto del Caballo. Tras ponerse por delante en la
segunda parte, el equipo debe tener claro si defender el resultado o lanzarse a
por la sentencia. En caso de elegir la segunda opción, no puede fallar dos
claras ocasiones al borde del descuento. Lo mejor es que los txuribeltz tienen un
amplio margen de mejora. La temporada no ha hecho más que empezar.
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