martes, 2 de septiembre de 2014

Lo que el río ve

Sensaciones
UNAI OIARTZUN
No ha tardado el Real Unión en arrancar las primeras ovaciones de la grada. Pese al empate, la imagen y las vibraciones transmitidas el sábado por los txuribeltz fueron muy positivas. Sin olvidar que se trataba de la segunda jornada liguera, el juego desplegado por momentos contentó y animó a la cátedra. Aitor Zulaika habla de unión, habla de pasión, y su equipo ha tratado de poner las bases de esa deseada relación con la afición, ya desde la primera comparecencia en el Stadium Gal. Por supuesto que hay cosas que corregir. Que la temporada es larga y que resulta complicado mantener la regularidad en todas las facetas del juego. Tampoco hay duda de que los puntos, y no las sensaciones, son los que llevan a un equipo al éxito o al fracaso definitivo. Pero de momento, las primeras impresiones son buenas. Y a principios de septiembre, poco más se le puede pedir al Unión.
                El propio Aitor Zulaika recordaba en rueda de prensa la dificultad que siempre entraña enfrentarse al Sestao River. El de Azpeitia conoce bien al conjunto verdinegro. Sabe cuáles son sus armas, que no han cambiado a pesar de la renovación de la plantilla. Por eso no quiso restar valor al primer punto de la temporada. El Real Unión plantó cara al Sestao, y en ocasiones llegó a dominar el encuentro. La base del rendimiento de los txuribeltz estuvo en el centro del campo. Con un gran Rodellar en labores de contención y robo de balón. Que además ha encontrado una pareja perfecta. Mikel Alonso estuvo soberbio durante el tiempo que duró físicamente. Veremos si es capaz de prolongar su aportación en jornadas venideras. En cualquier caso, Alonso y Rodellar forman una dupla de muchos quilates. Por delante de ellos, Eneko Romo y Juan Domínguez recordaron que además de historia, son aún presente del Real Unión. Silas y Jorge Galán dejaron destellos del potencial que atesora el ataque unionista. El delantero navarro encandiló a la grada con dos goles de bella factura.
                El mayor problema de los txuribeltz estuvo en la parte trasera. No necesariamente en la línea de la zaga, pues a todos atañe la labor defensiva. Es verdad que en líneas generales, el Unión logró contener las acometidas rivales. En pocas ocasiones llegó el River con verdadero peligro a las inmediaciones de la portería de Otermin. Sin embargo, los de Irun recibieron el castigo de sus errores. Un mal despeje de Mikel Azkoiti, al que no llegó Seguín, propició el primer tanto visitante. También falló el azkoitiarra al conceder el córner previo al empate a  dos. Y al igual que en el Alcoraz, los unionistas erraron en la defensa del saque de esquina. Dos de los cuatro goles que han recibido en las primeras jornadas han llegado a balón parado. De modo que es indispensable que los de Zulaika trabajen y mejoren ese aspecto del juego. Por lo demás, poco más que objetar en cuanto a la actuación del equipo. El sábado llegará la siguiente oportunidad de sumar tres puntos. Si el Real Unión es capaz de imponerse en el derbi de Zubieta, obtendrá la confirmación de que el camino es el correcto.

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