martes, 22 de abril de 2014

Lo que el río ve

Sabor agridulce
UNAI OIARTZUN
Cuesta valorar un punto en su justa medida cuando su consecuencia es que rozar el puesto de promoción de descenso. La victoria del Getafe B ha propiciado un triple empate, en el que el Real Unión se salvaría únicamente por el golaveraje ganado al Atlético B. El dato positivo es que el Laudio se ha quedado en treinta y seis puntos, y será difícil que alcance en tres jornadas al trío que le precede en la tabla. El Puerta Bonita, por su parte, está prácticamente sentenciado, a ocho de la salvación y con nueve puntos en juego. Por tanto, todo apunta a una disputa a tres bandas por evitar el decimosexto puesto,  que obliga a jugar la eliminatoria por mantener la categoría. El Real Unión mantiene una mínima ventaja, pero no puede ceder ante el ritmo de sus rivales.
                Pese a lo apretado de la clasificación, el Unión debería estar satisfecho con su trabajo y con el resultado logrado en Lasesarre. Los txuribeltz plantaron cara al Barakaldo, dominaron el partido en su primera mitad, y rozaron el gol en más de una ocasión. La falta de puntería evitó que los visitantes encarrilaran el encuentro antes del descanso. Sergio Francisco introdujo cambios significativos en el once inicial, con la presencia de Goikoetxea y de Rodellar desde el inicio. Pero el equipo funcionó correctamente, manteniendo la línea marcada por la victoria contra el Bilbao Athletic. El Real Unión hubiera luchado por la victoria hasta el final, de no ser por la expulsión de Iker Seguin nada más arrancar el segundo acto.
                La segunda amonestación del lateral zurdo acabó con el dominio unionista. Sergio Francisco tuvo que recomponer el equipo dando entrada a Morcillo, retirando a Eneko Romo y desplazando a Piette al lado izquierdo de la defensa. Las variaciones y la inferioridad numérica descolocaron al Unión, que perdió el control del partido. El Barakaldo, muy pobre hasta el momento, aprovechó para adueñarse del esférico y acorralar a los txuribeltz. Un providencial Otermin evitó el tanto local en más de una ocasión, de modo que incluso el empate corrió verdadero peligro para los unionistas. El equipo tuvo el mérito de resistir durante cuarenta minutos en inferioridad numérica. Las circunstancias marcan del devenir en cada partido y la realidad es que Real Unión rescató un punto en condiciones adversas.
                Es frustrante ver que a pesar de haber volteado su situación, el Real Unión sigue en apuros. Con la victoria de Gal y el empate de Lasesarre, los de Sergio Francisco han recuperado sensaciones, confianza y resultados. Sin embargo, el cambio no se ha visto reflejado en la clasificación. El Unión sigue obligado a ganar un encuentro más para librarse de la presión de sus rivales. Si la consigue en una de las dos próximas jornadas, llegará tranquilo al último partido. De lo contrario, los txuribeltz se la jugarán en Carabanchel. Uno de los mayores problemas del equipo es que volverá a disputar su siguiente partido lejos del Stadium Gal. En otro escenario complicado, como lo es Urritxe. El Real Unión debe hacer acopio de fuerzas para tratar de doblegar al Amorebieta. Luego quedará recibir al Fuelabrada, que podría llegar con serias opciones de clasificarse para la fase de ascenso.

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