Tiempo para la ilusión
UNAI OIARTZUN
Las mejores expectativas se han cumplido. El Real Unión
ha terminado el año a lo grande. Logrando el pase a octavos de final de la Copa
Federación, y alargando la magnífica racha en liga, pasando por encima del
Conquense. Tanto en Amorebieta como en el Stadium Gal, los txuribeltz mostraron
una solvencia tremenda. La composición del once inicial fue bien distinta, pero
el equipo funcionó perfectamente en ambos envites. Canteranos y menos
habituales dieron la talla en Urritxe, logrando el pase a octavos de manera
clara y convincente. El Unión se ha tomado la Copa en serio y puede llegar muy
lejos. El sábado contra el Conquense, los titulares del momento se despidieron
de la afición con una impecable actuación y con una fiesta de goles para el
deleite del espectador. El disfrute fue general y el equipo abandonó el verde
con una sonora ovación.
El Unión cuajó uno de los partidos más completos de la
temporada. La pobre imagen del Conquense no fue solo demérito de los manchegos,
sino que el buen hacer de los irundarras desdibujó en gran medida al equipo
rival. Media hora aguantó el Conquense en el partido. Dio la cara ante un Real
Unión que dominaba, pero que no conseguía crear verdadero peligro. Todo cambió
con el penalti sobre Juan Domínguez. El portero Bernabé estuvo a punto de
evitar que los txuribeltz tomaran ventaja, pero el balón entró y dio un vuelco
al partido. El equipo local se creció y aprovechó la corriente favorable para
aumentar la renta. Mikel Alonso marcó un golazo de auténtica clase, poniendo el
broche a la jugada de Morcillo y de Juan Domínguez. Llegó en un momento clave,
justo antes del descanso. En la segunda parte el equipo no perdió la seriedad
ni la intensidad, y tuvo hambre de gol hasta el último instante.
Silas sentenció el encuentro rematando un centro medido
de Morcillo, y Azkoiti se sumó a la fiesta con un espectacular derechazo que
figurará sin duda entre los mejores goles de su carrera. Pero el Unión fue
mucho más que un póquer de goles. Jon Tena tuvo que hacer una única
intervención digna de mencionar, y fue a causa de la perfecta actuación
defensiva. Los txuribeltz han conseguido una solidez apabullante, que es sin
duda la base de la racha del equipo. Los números no engañan y Unión ha recibido
tres goles en las últimas ocho jornadas. Más allá de los datos, el sábado la
defensa transmitió una sensación de seguridad absoluta. Muy pocas críticas
podrían hacerse del partido contra el Conquense. Queda la pena de no haber
visto a Urbieta disputar los últimos minutos, pero Zulaika explicó la decisión
sin tapujos. El canterano debe recibir el mismo trato que cualquier otro miembro
de la plantilla, y la lectura que el míster hizo de la situación requería la
presencia del Romo sobre el verde.
Llega el parón navideño en un momento muy dulce para el
equipo. Es lógico pensar que hubiera venido bien otro mes de competición. En
cualquier caso, de poco sirve lamentarse por ello. Toca descansar, desconectar
y disfrutar de unas merecidas vacaciones, para recargar las pilas y volver con
hambre de fútbol y de victoria. Hasta el momento, el Real Unión ha hecho más de
lo que nadie hubiera imaginado. Menos viendo cómo empezó la temporada en lo que
a resultados se refiere. Con treinta y un puntos a falta de un partido para el
final de la primera vuelta, el equipo no debería pasar ningún a puro para
salvar la categoría. Pero Zulaika ha recalcado que no quiere actitudes
conformistas. Los txuribeltz están en segunda posición por méritos propios. Se
lo han ganado a pulso. Queda toda una segunda vuelta en la que todo puede
pasar. Más si cabe teniendo en cuenta la igualdad reinante en el grupo. Pero a
día de hoy, el Real Unión tiene licencia para soñar. El año del centenario
puede deparar alegrías para la familia unionista.
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