martes, 2 de diciembre de 2014

Lo que el río ve

Victoria especial
UNAI OIARTZUN

Hay victorias que gustan especialmente. Que reconfortan y reafirman el valor del trabajo realizado. Aunque a los entrenadores les encante recordar que todos los partidos tienen el mismo valor. Ganar en Valdebebas a un Real Madrid B en alza, que acumulaba ocho jornadas sin perder, ha dado otro empujón al Real Unión. El txuribeltz se está convirtiendo en un equipo verdaderamente competitivo, que guarda bien su portería y al que un solo gol puede bastarle para sumar los tres puntos. Los números no engañan. El Unión ha ganado cuatro de los cinco últimos partidos, todos con idéntico resultado. Un gol a cero a favor de los txuribeltz. En partidos muy apretados, el equipo ha sabido aprovechar al máximo sus ocasiones y defender el resultado de manera serena y ordenada. La veteranía de Esnaola, Alonso, Romo, Juan Domínguez o Goikoetxea ha repercutido en ese aspecto.
               Es evidente que la evolución del Real Unión ha llegado a raíz de una notable mejoría en el aspecto defensivo. En las últimas seis jornadas los txuribeltz han recibido dos tantos. En los seis anteriores, fueron ocho. Los datos son esclarecedores. El equipo está alcanzando la concentración y la fortaleza defensiva que necesitaba. Es evidente que también ha influido el estado de gracia de Jon Tena, con un tanto encajado en las cinco jornadas en las que ha participado. En Valdebebas evitó que el Castilla se adelantara en el bombardeo inicial de la primera mitad. Los txuribeltz aguantaron el chaparrón, para golpear duro al contraataque. Faltaba Jorge Galán, la referencia goleadora del equipo. Pero apareció Iñaki Goikoetxea para reivindicar su valía con un magnífico testarazo. El incansable trabajo y el compromiso del debarra son indiscutibles, también lo fueron en Madrid, pero todo delantero vive del gol, y Goiko lo necesitaba. Contó con la ayuda de Seguín, gracias a un centro medido y perfectamente ejecutado desde la banda izquierda.
             El Unión obtuvo lo que necesitaba, y no perdió la cabeza por intentar sentenciar el choque. Se replegó de manera inteligente, seria y ordenada, para no conceder espacios a los habilidosos jugadores madrileños. El desgaste físico fue encomiable, pero el esfuerzo valió la pena. Los unionistas volvieron a demostrar una valiosa capacidad de sacar provecho a la mínima ventaja. El equipo está muy trabajado y poco a poco va alcanzando su mejor nivel. En cuanto a la clasificación, el Unión suma ya veintidós puntos, a falta de cuatro partidos para que finalice la primera vuelta. Si mantiene la línea, podría rondar los treinta a primeros de enero. Una cifra impensable hace mes y medio, pero posible teniendo en cuenta la dinámica actual del equipo y los partidos que quedan por disputarse. El Real Unión recibirá en Gal al Rayo B y al Conquense, equipos en peligro de descenso a día de hoy. Lejos de Irun, tratará de sumar en Las Palmas y en Tudela. Es una serie que puede condicionar las aspiraciones del equipo de cara a la segunda vuelta. 

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