Lo que el río ve

Que no pare

UNAI OIARTZUN

Hasta cierto punto, es lógico ilusionarse. Al término de la decimosexta jornada, solo la diferencia de goles con el Guadalajara separa al Real Unión de la cuarta posición. El líder Bilbao Athletic, solo ha sumado dos puntos más que los txuribeltz. Recordando las penurias que ha pasado el equipo en el último año, es realmente gratificante verlo en el grupo cabecero a falta de dos jornadas para terminar el 2014. Queda un largo camino por delante hasta el mes de mayo, y el exceso de euforia no es lógico, más si cabe, teniendo en cuenta la igualdad reinante. Todos sabemos lo que conlleva perder dos partidos de forma consecutiva. La ilusión, en cambio, es lícita y beneficiosa para todos los estamentos de un club necesitado de buenas noticias. Si el rumbo no cambia de manera brusca, el Real Unión arrancará el año de su centenario en una envidiable situación deportiva.

                Los de Zulaika cogieron la ola en Urritxe, ganando al Amorebieta. Desde entonces, han logrado otras cuatro victorias y sufrido una sola derrota. Los txuribeltz han tenido evidentes irregularidades en lo que el juego se refiere, pero los números no engañan y son los que a la postre demarcan el futuro de cada equipo. En eso el Unión ha sido constante. Ha sabido amoldarse a rivales, planteamientos y situaciones de muy distinta índole, saliendo airoso de la gran mayoría de ellos. Para ejemplo, el partido contra el Rayo B, con un rival peculiar, fiel a su estilo valiente y agresivo. Inmaduro y flojo por momentos en defensa, pero rápido, técnico y vertical de medio campo para adelante. Fue un partido de ida y vuelta, que se jugó a la manera que más le convenía al filial Vallecano. Pese a su intento, el Unión no fue capaz de pausar la contienda, de calmarla y controlarla. Hizo lo más difícil, al remontar el tanto inicial, dejando el partido prácticamente sentenciado con el gol de Ozkoidi. Luego le faltó contundencia defensiva para evitar los apuros que acabó generando el segundo gol del Rayo.

               De modo que hay aspectos a mejorar de cara a la recta final antes del parón navideño. Pero lo más importante es que el equipo fue capaz de salir victorioso de un partido que no le convenía. Sumando otros tres puntos que le llevan ya a los veinticinco. Una cifra elevada para primeros de diciembre. Al margen de la alegría que genera la situación clasificatoria, lo cierto es que el Real Unión se ha ganado la posibilidad de viajar tranquilo a Canarias. Los txuribeltz realizarán el desplazamiento más largo sin la presión añadida que suponen los aprietos clasificatorios. Lo que no debería perder el equipo es la concentración ni la tensión necesaria para afrontar los partidos. De lo contrario, Las Palmas podría deparar otro tropiezo como el de Leioa. Jugando al máximo nivel, los txuribeltz son muy capaces de sumar en Canarias. El filial insular no ha ganado desde finales de octubre. Que no sea el Real Unión quien rompa la racha.