No es momento de relajarse
UNAI OIARTZUN
El fin de año del Real Unión está siendo digno de
enmarcar. Se encuentra inmerso en la mejor racha de las últimas temporadas. Con
cuatro victorias consecutivas, seis en siete jornadas, es uno de los equipos en
mejor estado forma de la categoría. Pasar de ocupar puestos de peligro a rozar
la zona noble de la clasificación ha sido cosa de unas pocas semanas. La
diferencia no ha estado en lo elaborado del juego, o en el acierto de los
jugadores de cara a la portería rival. La clave reside en la madurez que ha
adquirido el Unión de Zulaika. El renqueante inicio de campaña era lógico, en
gran medida. Los cambios en el cuerpo técnico y en la plantilla necesitaban un
tiempo de acoplamiento obligatorio. El equipo ha ido interiorizando la idea del
míster, corrigiendo los errores y aprendiendo de ellos cada jornada. La máquina
ha ido engrasándose poco a poco y va llegar al ecuador de la competición a
pleno rendimiento. Siempre hay aspectos a mejorar, pero la rentabilidad que los
unionistas están sacando a su juego roza la perfección.
Últimamente el Real Unión está dejando muestras de su
competitividad allá donde va. La visita a Canarias fue otro claro ejemplo. Los
txuribeltz basaron su fortaleza en la seriedad del trabajo defensivo, con una
zaga contundente y bien apoyada por un centro del campo poblado, con mucho
músculo, agresividad y poderío aéreo. Equilibrio y orden fueron las mejores
bazas del equipo txuribeltz en Canarias. El desborde y la chispa quedaron en
manos de los jugadores de banda. El partido resultó trabado, poco vistoso, pero
el Unión sacó provecho de ello. Mantuvo a raya al contrario, y aprovecho una de
las pocas ocasiones de las que gozó. El gol llegó de un envío largo y medido de
Tena, una de las mejores virtudes del guardameta irundarra. Silas controló y
remató, demostrando que es más que un extremo veloz. El Unión tiene armas que
poco a poco van saliendo a la luz. Tras el gol, otra lección de manual, de cómo
gestionar un resultado favorable sin perder la cabeza. Ya van unas cuantas,
pero los equipos siguen sucumbiendo ante el saber hacer irundarra. La veteranía
es un grado y el Real Unión está poniéndolo de manifiesto.
Los de Zulaika afrontan la última semana antes del parón
navideño. Sin embargo, no quiere decir que haya lugar para la calma. Es el
momento de rematar la racha para coger las vacaciones con la satisfacción del
trabajo bien realizado. El Unión tiene doble cita, una semana cargada, con el
desenlace la eliminatoria de Copa Federación, y con la penúltima jornada de la
primera vuelta de liga. Mañana en Urritxe, los txuribeltz necesitarán una
victoria o un empate a goles para superar al Amorebieta y pasar a la siguiente
ronda. Los Arzamendi, Ibarbia, Iriondo, Urbieta o Patxi Martínez deben sentirse
partícipes del buen momento del equipo, y recordar a todos que también son
parte de este Real Unión. La Copa Federación está siendo su oportunidad de
sumar minutos de competición. En ese sentido, la participación ha sido un
acierto. Ahora los unionistas no deben conformarse. A partir de octavos es
cuando la Copa se pone interesante. En cuanto al partido del sábado, contra el
Conquense en Gal, más de lo mismo. Hay que pedirle a Olentzero que adelante su
paso por la orilla del Bidasoa y ayude al Unión a lograr la quinta victoria
consecutiva. Ya habrá tiempo para el descanso a partir del día de Santo Tomás.
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