Evolución confirmada
UNAI OIARTZUN
En solo dos semanas, la situación ha dado un vuelco
radical. Después de un mes sin ganar un partido, el Real Unión ha encadenado
dos victorias de manera consecutiva, por primera vez en toda la temporada. Por
si fuera poco, contando los dos empates anteriores, ya son cuatro las jornadas
sin perder. Los errores infantiles han desaparecido, para dar paso a un equipo
maduro, sólido y competitivo. Jon Tena puede estar contento, pues no ha
encajado un tanto en los dos partidos de liga en los que ha defendido la
portería unionista. El guardameta irundarra ha realizado intervenciones de
mérito, pero ha contado también con el incansable apoyo de todo el equipo,
volcado en tareas defensivas. Ese trabajo ha sido la base de la mejora del
equipo de Aitor Zulaika. Ni Amorebieta ni Barakaldo han sido capaces de
perforar la portería irundarra. Pero el Unión ha sido fiel en su cita con el
gol, tal y como lo ha hecho en diez de las doce jornadas disputadas hasta el
momento. El resultado, dos victorias por la mínima y seis puntos al casillero.
El derbi contra el Barakaldo tuvo todos los ingredientes
de un clásico de la categoría. Rivalidad entre dos equipos necesitados, que no
se contentarían con el empate. Nublada tarde de domingo, aderezada con una
lluvia torrencial que dejó impracticable el terreno de juego del Stadium Gal.
Público abrigado y agazapado al cobijo de la tejavana. Los primeros minutos
mostraron el alcance del daño que había hecho la tromba de agua al césped, y
todo el mundo comprendió que no tocaba ver un fútbol vistoso y combinativo.
Pero fue el propio Real Unión el que mejor asimiló lo que el campo exigía al
equipo. Controlar el balón era difícil, jugarlo por abajo prácticamente
imposible. El partido pedía juego directo, pero sobre todo, contundencia y seriedad
defensiva, y un tremendo esfuerzo para luchar entre el barro por cada balón.
Los txuribeltz fueron asombrosamente rápidos, olvidaron lo que habían preparado
durante la semana y asumieron su nuevo rol para sorprender al Barakaldo, que se
vio superado en la primera mitad. Solo cabía pedirle un detalle más al equipo:
materializar una ocasión para sumar los tres puntos.
Llegó en el segundo tiempo, a base de insistir con jugadas
a balón parado y continuos centros al área. Fue Eneko Romo quien mandó el balón
a la red, de manera poco ortodoxa, tras buscar su hueco entre la defensa para
rematar el envío de Silas. Otra buena noticia para el Real Unión. El capitán
pamplonica es otro hombre con una innata capacidad goleadora, que asegura cerca
de media docena de dianas por temporada. Si empieza a ver puerta, puede ser el
complemento perfecto para Galán en el aspecto goleador. Tras el tanto, tocó
sufrir, con un Barakaldo volcado en busca del empate. Aitor Zulaika no tuvo
ningún complejo en dar entrada al quinto defensa para defender el resultado. El
Unión no podía dejar escapar una victoria de semejante importancia. Merece
mención especial el partido de toda la línea defensiva, que no se complicó la
vida y buscó siempre la opción más sencilla y efectiva. La pareja de
Sagastibeltza y Esnaola se está consolidando en el centro de la zaga, superados
ya los desajustes de jornadas anteriores. El equipo agradecería que siguieran
en línea ascendente, de cara a los exigentes partidos que se avecinan.
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