martes, 11 de noviembre de 2014

Lo que el río ve

Evolución confirmada
UNAI OIARTZUN

En solo dos semanas, la situación ha dado un vuelco radical. Después de un mes sin ganar un partido, el Real Unión ha encadenado dos victorias de manera consecutiva, por primera vez en toda la temporada. Por si fuera poco, contando los dos empates anteriores, ya son cuatro las jornadas sin perder. Los errores infantiles han desaparecido, para dar paso a un equipo maduro, sólido y competitivo. Jon Tena puede estar contento, pues no ha encajado un tanto en los dos partidos de liga en los que ha defendido la portería unionista. El guardameta irundarra ha realizado intervenciones de mérito, pero ha contado también con el incansable apoyo de todo el equipo, volcado en tareas defensivas. Ese trabajo ha sido la base de la mejora del equipo de Aitor Zulaika. Ni Amorebieta ni Barakaldo han sido capaces de perforar la portería irundarra. Pero el Unión ha sido fiel en su cita con el gol, tal y como lo ha hecho en diez de las doce jornadas disputadas hasta el momento. El resultado, dos victorias por la mínima y seis puntos al casillero.
              El derbi contra el Barakaldo tuvo todos los ingredientes de un clásico de la categoría. Rivalidad entre dos equipos necesitados, que no se contentarían con el empate. Nublada tarde de domingo, aderezada con una lluvia torrencial que dejó impracticable el terreno de juego del Stadium Gal. Público abrigado y agazapado al cobijo de la tejavana. Los primeros minutos mostraron el alcance del daño que había hecho la tromba de agua al césped, y todo el mundo comprendió que no tocaba ver un fútbol vistoso y combinativo. Pero fue el propio Real Unión el que mejor asimiló lo que el campo exigía al equipo. Controlar el balón era difícil, jugarlo por abajo prácticamente imposible. El partido pedía juego directo, pero sobre todo, contundencia y seriedad defensiva, y un tremendo esfuerzo para luchar entre el barro por cada balón. Los txuribeltz fueron asombrosamente rápidos, olvidaron lo que habían preparado durante la semana y asumieron su nuevo rol para sorprender al Barakaldo, que se vio superado en la primera mitad. Solo cabía pedirle un detalle más al equipo: materializar una ocasión para sumar los tres puntos.
             Llegó en el segundo tiempo, a base de insistir con jugadas a balón parado y continuos centros al área. Fue Eneko Romo quien mandó el balón a la red, de manera poco ortodoxa, tras buscar su hueco entre la defensa para rematar el envío de Silas. Otra buena noticia para el Real Unión. El capitán pamplonica es otro hombre con una innata capacidad goleadora, que asegura cerca de media docena de dianas por temporada. Si empieza a ver puerta, puede ser el complemento perfecto para Galán en el aspecto goleador. Tras el tanto, tocó sufrir, con un Barakaldo volcado en busca del empate. Aitor Zulaika no tuvo ningún complejo en dar entrada al quinto defensa para defender el resultado. El Unión no podía dejar escapar una victoria de semejante importancia. Merece mención especial el partido de toda la línea defensiva, que no se complicó la vida y buscó siempre la opción más sencilla y efectiva. La pareja de Sagastibeltza y Esnaola se está consolidando en el centro de la zaga, superados ya los desajustes de jornadas anteriores. El equipo agradecería que siguieran en línea ascendente, de cara a los exigentes partidos que se avecinan.

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