martes, 17 de diciembre de 2013

Lo que el río ve


Punto de apoyo
UNAI OIARTZUN
 
El cambio ha llegado el día menos pensado.  Tras dos meses de penurias, el Real Unión ha cortado la caída de forma contundente. Con un golpe de autoridad, con un toque de atención. Mostrando que no se merece  sufrir mirando a la parte baja de la clasificación. El txuribeltz no es equipo de la segunda mitad de la tabla. Es verdad que con el triste precedente de las últimas jornadas, prácticamente nadie esperaba una alegría de la visita a Fuenlabrada. Pero esta vez el equipo ha respondido, superando cualquier expectativa. Allí donde nadie había ganado, se ha impuesto el Real Unión. Jugando como la ha venido haciendo en más de una salida, caso de Lezama o de Tudela, pero acompañando el trabajo y la buena actuación, con un goloso premio.
            Lo dijo Sergio Francisco en su comparecencia posterior al partido ante al Amorenbieta, y lo cierto es que el Unión parece encontrarse más cómodo jugando fuera de casa. Sin la obligación de llevar la iniciativa, presionando arriba y robando balones para salir a la contra. El juego por las bandas es uno de los recursos que deben explotar los txuribeltz. Extremos con la velocidad de Gabilondo son una rápida vía para surtir de balones a los Goikoetxea, Romo, Saizar, o en el caso del domingo, Abaroa. Lástima que los centros sean uno de los pocos defectos de Lander. El caso es que el Real Unión logró desbordar al Fuenlabrada, equipo sólido en el aspecto defensivo.   Creó buenas ocasiones y aunque no lograba encontrar puerta, llegó con vida al tramo decisivo del encuentro.
            Todo ello gracias al buen trabajo de la línea defensiva, que mantuvo la portería a cero. Con la sanción de Rodellar, faltaba una pieza clave en el esquema, pero apenas se notó por la labor de Yeray. En el lado izquierdo de la zaga estuvo una de las novedades del once inicial. En este caso fue Iker Seguín el encargado de sustituir al consolidado Sagastibeltza. El de Eibar es un jugador al que tengo ganas de ver sobre el terreno de juego con más asiduidad. Hasta el momento no ha contado demasiado para Sergio Francisco, y sin embargo, creo que podría aportar al equipo, tanto en el lateral como en el extremo. La otra gran sorpresa, fue la titularidad de Iñaki Goikoetxea. Se debió a una lesión Saizar, pero parece que el de Deba cuajó una buena actuación y le servirá para armarse de confianza. Desde luego que es un lujo contar con dos delanteros que se vacían en su trabajo. Lo único que se les puede pedir es algo más de acierto de cara al gol.
            La ausencia del mismo parecía abocar el partido de Fuenlabrada a otro empate a cero. Pero el domingo, el zarpazo en los últimos minutos llego del lado unionista. El Real Unión volvió a celebrar un gol gracias al cabezazo de Abaroa. Un jugador que tiene mucho más potencial del que ha demostrado, y que puede empezar a aflorar a partir de su estreno como goleador. Los txuribeltz aprovecharon, además, una jugada a balón parado. Recurso del que no han sacado demasiado provecho hasta el momento. El gol propició una explosión de emociones en los jugadores unionistas. No hay más que ver las fotos posteriores al tanto. Fue una acción que supone una ruptura. Permite además, mirar con optimismo al futuro. Con todas las irregularidades de los dos últimos meses, el Unión se encuentra a cuatro puntos del cuarto clasificado. Ganando al Puerta Bonita, podría cerrar la primera vuelta en una situación mucho más holgada de la que cabría esperar hace una semana. Debe ser el gran objetivo de los de Sergio Francisco, sin descuidar el partido de Copa Federación en Tafalla. Un último esfuerzo para acabar el año con una sonrisa.

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