martes, 3 de diciembre de 2013

Lo que el río ve


De imagen no se vive
UNAI OIARTZUN

Sinceramente, hoy cuesta ser optimista. El Real Unión volvió a sufrir un duro castigo, tal y como ocurriera siete días atrás ante el Bilbao Athletic. Errores puntuales pasaron factura y el resultado fue incluso peor que en Lezama.  De poco sirvió la mejor actuación de las últimas jornadas en el Stadium Gal. De poco el trabajo y la entrega de los locales hasta el pitido final.  El Barakaldo es uno de los equipos más fuertes del grupo y lo dejó bien claro sobre el terreno de juego del Stadium Gal. Pero sobre todo, fue mucho más eficaz que los txuribeltz. Dos lanzamientos a portería bastaron a los fabriles para llevarse los tres puntos a casa. De nuevo el gol como elemento decisivo en el partido. De nuevo el gol que se le resiste y que acaba condenando al Real Unión de Sergio Francisco.
            Al margen del resultado, la visita del Barakaldo dejó un partido vibrante. A pesar de la hora de la cita las gradas del Stadium mostraron una buena imagen, con presencia de medio centenar de aficionados gualdinegros. Insisto en lo de las gradas porque el césped lleva tiempo bastante castigado. Un Real Unión-Barakaldo es un clásico de la categoría y la rivalidad  estuvo patente dentro y fuera del campo. E incluso el árbitro quiso caldear el ambiente, con una labor de martilleo constante. Hasta tres penas máximas pidió el público, muy clara la primera de ellas. Gaizka Saizar fue derribado en el área pero el árbitro no vio infracción alguna. Incluso el tranquilo Sergio Francisco se llevó una amonestación por la protesta. Lo cierto es que el penalti pudo haber cambiado el rumbo del partido. Por lo demás, el domingo pudo verse un duelo atractivo, con dos equipos sólidos que tuvieron que insistir para hacer daño al rival. Recordó a la visita del Conquense, con la diferencia de que en esta ocasión, la balanza cayó al lado contrario.
            El Unión mostró su mejor cara y recuperó la imagen de principio de temporada. Sergio Francisco probó una nueva opción moviendo a Juan Domínguez a la izquierda para dar entrada a Yeray. El canario cuajó una gran actuación junto a Eneko Romo. Su aportación fue una de las mejores noticias de la jornada. Más discreto fue el partido de Juan, desaprovechado en la banda. La defensa estuvo seria pero pagó muy caros sus errores. De todas maneras, creo que Otermin pudo evitar el segundo tanto. El disparo salió flojo y tuvo tiempo de detenerlo. Pecó de exceso de vista. Con todo, la mayor carencia unionista es la preocupante falta de acierto de cara a portería. De nuevo apareció Eneko Romo en su faceta goleadora, resolviendo con maestría un gran pase de Yeray. Lo que no acabo de entender es la decisión de sustituir al pamplonica nada más empatar el partido. En estos momentos el Real Unión no puede prescindir de la capacidad anotadora de Eneko.
            Los de Irun no lograron ni siquiera el empate, que tal y como transcurrieron los acontecimientos, podría haberse dado por bueno. En consecuencia, se quedan estancados en la zona media de la tabla. Más cerca ahora del descenso que de los puestos de play-off. Por eso opino que no deberíamos mirar a la clasificación. No es momento de ver distancias y ni de hacer cálculos. El Unión está siendo irregular en lo que a resultados se refiere. Por supuesto que tiene aspectos a mejorar, pero ha mostrado que puede dar la cara ante cualquiera. Necesita apoyo y confianza para seguir trabajando y progresando. Si los txuribeltz repiten actuación el domingo ante el Amorebieta, dudo mucho de que los puntos vuelen de nuevo hacia Bizkaia. La imagen no da victorias, pero inspira confianza de cara a próximos compromisos. Los resultados no darán la espalda eternamente.

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