martes, 29 de octubre de 2013

Lo que el río ve


Ocuparse, no preocuparse
UNAI OIARTZUN

No nos vamos a engañar. Muchos pensábamos en el partido del sábado como respuesta al duro golpe de Valdebebas. Una revancha, una autoafirmación del equipo. No fue así. La afición txuribeltz abandonó el Stadium Gal con un sabor amargo, descontenta con el partido, con la actuación del equipo y con el resultado. Pero sobre todo, visiblemente preocupada por la dirección que ha tomado el Real Unión. El balance de las dos últimas jornadas es muy pobre. Cero puntos, ningún tanto anotado y cinco encajados. Lo que empezó siendo un bache en Madrid se ha convertido en una zanja bastante profunda. La primera derrota en el Stadium Gal ha ahondado en una herida que costará cicatrizar. Lo mejor, que mañana mismo llega la opción de redimirse. Sumar en Tudela ayudaría a asomar la cabeza.
            El Getafe no fue un rival brillante. No le hizo falta. Le bastaron tres claras ocasiones para sumar los tres puntos. Aprovechó los desajustes de la zaga local y se llevó una victoria inesperada, y probablemente, demasiado abultada teniendo en cuenta lo visto sobre el terreno de juego. Como es de entender, los ojos y la críticas se centran ahora en la defensa irundarra. Lo cierto es que ha mostrado sus carencias más evidentes en las dos últimas jornadas. No hay más que ver los dos primeros goles del Getafe. Balones a la espalda de los centrales, que dejan indefenso a Otermin. Sin embargo, no conviene pasar por alto las bajas sufridas por la defensa unionista. En Valdebebas faltó Azkoiti, en el Stadium Gal Valín. Ante el Madrid, Sergio alineó a Yeray, contra el Getafe optó por Cano. Demasiadas variaciones han influido de forma negativa en la confianza y en el rendimiento de la zaga.
             Algo parecido ocurre en la medular. En mi opinión, una de las piezas fundamentales del Real Unión de Sergio Francisco, era la pareja formada por Eneko Romo y Juan Domínguez. Y digo era, porque de un tiempo a esta parte, y salvando media hora en Valdebebas, no han coincidido en la sala de máquinas. El sábado faltó Romo y Juan estuvo fuera de lugar. El donostiarra está desaprovechado en el vasto territorio del delantero centro. Allí donde se echó de menos la referencia de Gaizka Saizar. En consecuencia, al Unión le costó generar ocasiones de gol. Los cambios aportaron la frescura que pedía el equipo, pero tampoco fue suficiente. La afición pidió a Goikoetxea casi a gritos, y a punto estuvo el debarra, de devolver la confianza en forma de gol. Su paisano Markel Salgado mostró ser una alternativa interesante para la banda izquierda. Las ocasiones no llegaban, pero el equipo siguió intentándolo. No bajo los brazos y eso es digno de alabar.
             De esta manera, ha quedado atrás la décima jornada. Con el equipo inmerso en la peor racha de la temporada. Las últimas derrotas han desfigurado el esperanzador arranque del Real Unión. Pero aun así, miramos la clasificación y vemos al equipo en séptima posición, a un punto del cuarto clasificado. De momento no hay un líder destacado. El Las Palmas Atlético tiene dos puntos de ventaja, seis más que los txuribeltz. El liderato está más cerca que los puestos de descenso. Y sinceramente, creo que nadie imaginaba un inicio semejante. Tras una cuarta parte del campeonato, el Real Unión sigue a tiro de los puestos cabeceros. Atraviesa un momento delicado, de acuerdo, pero es capaz de sobreponerse. Ya ha demostrado de lo que es capaz en la mejores condiciones. En ese sentido, recuperar la confianza es el principal objetivo para las próximas jornadas.

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