martes, 1 de octubre de 2013

Lo que el río ve

Suma y sigue
UNAI OIARTZUN

La ambición y el inconformismo son cualidades propias del ganador. Pero la capacidad de autocrítica es una de las que diferencia al verdadero campeón. El domingo se pudieron palpar todas ellas a la salida de los vestuarios del Stadium Gal. Tras la inmaculada racha de cuatro victorias consecutivas, el empate ante el Sanse sabía a poco. Más si cabe, cuando la victoria hubiera servido para colocar al Real Unión en lo más alto de la clasificación. Pero al mismo tiempo, los txuribeltz eran conscientes de que no habían mostrado su mejor versión. Sobre todo durante la mayor parte de la primera mitad. Analizar los errores, para aprender de ellos, es lo que acabará reforzando al equipo.
            Lo cierto es que el Unión estuvo falto de chispa en los primeros cuarenta y cinco minutos.  Sergio Francisco introdujo cambios en el once. Lo eran obligados en defensa, donde se decantó por alinear a Seguín en el lateral izquierdo, colocando a Aimar en el eje de la zaga. Un movimiento previsible que dio buenos resultados. Veo a Sagasti seguro en el centro y Seguín es un jugador más rápido, con más incorporación al ataque. Si bien es verdad que la falta de competición hizo mella en él durante los últimos minutos. La sorpresa estuvo en la medular, donde Sergio dio entrada a Yeray en sustitución de Eneko Romo. El navarro había sido protagonista en las últimas jornadas y es posible que su ausencia afectara negativamente incluso al rendimiento de Juan Domínguez, con el que se asocia a las mil maravillas. El destacado en el derbi es Gaizka Saizar, que está mostrando argumentos para convertirse en baluarte ofensivo unionista.
            El último cuarto de hora de encuentro fue lo que cambió la sensación y el discurso final. La verdad es que bien podíamos estar hablando de la quinta victoria del Real Unión. Ocasiones desde luego que no le faltaron. La lectura positiva de ese vano acoso, es que los txuribeltz llegaron con mucha fuerza a la recta final. Algo que había fallado en jornadas anteriores, cuando el cansancio pasó  factura de manera considerable. En ese sentido, las incorporaciones realizadas fueron todo un acierto. Romo, Abaroa y Balerdi ofrecieron alternativas al ataque unionista y participaron en las acciones de mayor peligro por parte irundarra. El problema, en esos quince minutos, estuvo en la zaga, que había quedado desamparada por la insistencia en labores ofensivas. Es algo que podía haber supuesto la pérdida del punto y que no debería descuidarse en situaciones similares. Con todo, y pese a los errores, la capacidad de reacción tras verse por detrás en el marcador dice mucho de la intachable actitud de los de Gal.
            Dejando a un lado el aspecto deportivo, el derbi del domingo dejó imágenes muy positivas. Empezando por el ambiente que se vivió en el Stadium Gal, con unas gradas mucho más llenas de lo habitual. Debido en parte a la presencia de aficionados realistas, pero consecuencia también de la buena marcha del Unión. Poco a poco los resultados están generando ilusión. Mención especial merece también el nuevo marcador de la Tribuna Este. Desconozco si se trata de una iniciativa popular, similar a la de la Furia, o si por el contrario, ha salido del seno del club. En el segundo caso me parecería una solución mediocre. Por último, toca alabar el homenaje a los remeros de la Ama Guadalupekoa. Una merecida ocasión de estrechar lazos entre dos clubes vecinos y hermanos. Y de remo sabe mucho, precisamente, la afición que recibirá al Unión el próximo domingo. Los sestaotarras esperarán, como siempre, con el cuchillo entre los dientes.

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