Débil visitante
UNAI OIARTZUN
Decía Aitor Zulaika que el Real Unión está jugando mejor
fuera de casa que en el Stadium Gal. Sin querer contradecir las palabras del
míster, creo que en ese caso, el equipo txuribeltz tiene un problema. Es cierto
que Huesca, Toledo y Getafe figuran en lo alto de la lista de los mejores
partidos de la temporada. En eso coinciden los comentarios de técnicos y medios
de comunicación. Sin embargo, el Unión ha conseguido un solo punto en esas tres
salidas. Un premio muy escaso para lo que ha demostrado sobre el terreno de
juego. Pero a veces el fútbol es cruel, y los puntos nunca se reparten en
función del fútbol desplegado. El Real Unión necesita ser más competitivo, para
sacar el máximo rendimiento a los partidos. En forma de puntos, por supuesto,
que son los que regulan el devenir del equipo a lo largo de la temporada.
En ocasiones habrá que guardar la ropa para mantener la
ventaja, como lo hicieron los txuribeltz ante el Atlético B. Otras serán más
propicias para tratar de sentenciar el partido. Y habrá encuentros en los que
tocará sobreponerse a un error para ganar el partido. Sin olvidar que en caso
de que la victoria no sea posible, siempre es mejor sumar un punto, por
insignificante que parezca. La desafortunada salida de Otermin trastocó los
planes de Zulaika en Getafe. El Real Unión se había plantado con autoridad
sobre el verde, dispuesto a robar el balón y buscar la mejor oportunidad para
adelantárse en el marcador. Pero el gol encajado le obligó a arriesgar en la
segunda mitad. En consecuencia, el balón no rodó con fluidez, y la ansiedad
nubló las ideas de la vanguardia unionista. A pesar de ello, el Real Unión
consiguió llegar con peligro al área rival y estuvo cerca de lograr el empate.
Pero todo intento fue vano y los de Irun se volvieron de vacío.
Ocho puntos son los que ha sumado el Unión en siete
jornadas. De modo que sigue sin poder arrancar de manera definitiva. Más cerca
del descenso que de los puestos de cabeza. No obstante, la sensación que rodea
al equipo es de tranquilidad y de seguridad. Más allá de los resultados, los
txuribeltz han demostrado ser un grupo cualificado, dirigido por un técnico con
un carácter y unas ideas bien marcadas, que ha sabido transmitir con éxito a
sus jugadores. Por eso no es descabellado pensar que el Real Unión carburará
más pronto que tarde. Puede ser cuestión de enlazar dos victorias, algo que no
ha logrado el equipo de Zulaika en lo que va de liga. La primera podría llegar
el domingo, en el escenario al que mejor se ha amoldado el conjunto unionista:
El Stadium Gal de Irun. Dos victorias y un empate han hecho, hasta ahora, de
Gal un fortín. El Real Unión se encuentra cómodo en casa, y esa es una gran
noticia que puede ser clave a lo largo de la campaña. El Fuenlabrada será el
siguiente en poner a prueba la solidez de la fortaleza a orillas del Bidasoa.
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