Lo que el río ve

Sabe a poco

UNAI OIARTZUN

Parece mentira que un empate en Lezama pueda saber tan amargo. Hace una semana hubiéramos firmado el punto sin dudarlo. Hoy sin embargo, nos lamentamos por no haber amarrado la victoria. La igualada en el descuento es cruel y siempre duele, pero conviene valorar el resultado en su justa medida. El Bilbao Athletic es uno de los mejores equipos de la categoría, serio aspirante a disputar el play-off de ascenso. En cuanto al Real Unión, llegaba tembloroso e inseguro, recién recuperado de una mala racha de resultados. Pero lejos de mostrar dudas, se plantó en Lezama con la convicción necesaria para dar la cara ante los de Cuco Ziganda. Recuperó, en gran medida, la imagen de las mejores jornadas, y estuvo a punto noquear a los rojiblancos.

                El Real Unión arrancó con un once serio y ordenado. Con una defensa segura y bien apoyada por Yeray y por Rodellar. La desafortunada lesión de Salgado propició la entrada de Eneko Romo, y el navarro no hizo más que fortalecer la medular unionista. En consecuencia, los rojiblancos no encontraron el hueco por el que penetrar en el área contraria. Sin duda alguna, defender la portería es el primer paso hacia la victoria. En esa parcela los de Sergio Francisco estuvieron acertados. Crear peligro es lo que está costando bastante más durante las últimas jornadas. Pero las ocasiones acaban llegando, y en aprovecharlas reside la diferencia entre ganar o perder. Para ello apareció Eneko Romo, decisivo una vez más. Demostrando que el equipo le necesita sobre el terreno de juego. Por su experiencia, por su altura, por su juego aéreo y por su estrecha relación con el gol. Algo que sus compañeros parecen haber perdido y que necesitan recuperar cuanto antes.

                Ningún equipo puede depender de una sola referencia goleadora. De lo contrario, corre el riesgo perder el partido en el mínimo despiste defensivo. De esa manera logró el Bilbao Athletic un enorme premio en el descuento. Cuando el partido llegaba a su final. Con un balón colgado que los de Irun no lograron despejar. Un gol que escuece por el momento y por el esfuerzo realizado durante el encuentro. Por suerte, con el paso de las horas el punto va cobrando su valor. Al fin y al cabo, sumar fuera siempre es positivo. Lo fue en Tudela y lo ha sido también en Lezama. Independientemente de los acontecimientos que rodean al resultado. Pero no olvidemos que el camino al grupo cabecero pasa por el Stadium Gal. Allí es donde debe hacerse fuerte el Real Unión. Y donde podrá hacerlo en las dos próximas semanas.

                Barakaldo y Amorebieta visitarán el feudo txuribeltz de forma consecutiva. La experiencia dice que lograr la victoria en ambos choques será muy complicado. Pero el Unión debe afrontarlos con la máxima confianza. El equipo de Sergio Francisco tiene potencial. Lo ha demostrado y necesita explotarlo al máximo. Pero antes de encarar el próximo compromiso liguero, el Unión tiene cita con la Copa Federación. Una competición que en principio no tiene atractivo para el espectador.  Es el premio económico el que atrae a los clubes. Sin embargo, un largo y engorroso camino separa a los participantes de la final. Algo similar a lo que ocurre a muchos equipos de Primera División con la Copa del Rey. La falta de seriedad en las primeras eliminatorias deja grandes sorpresas cada temporada. Veremos cómo afronta Sergio Francisco el cruce con la Peña Sport.