Menos mal
UNAI OIARTZUN
Se acabó la
racha. Y gracias, porque a punto estuvo el Sariñena de dar el golpe en el
Stadium Gal. Algo que hubiera agravado enormemente la delicada situación del
Real Unión. Sufriendo, pero los irundarras lograron cumplir con el objetivo de la jornada. Marcar, ganar y dejar atrás el turbulento último mes de
competición. En una mañana atascada, tuvo que aparecer la vieja guardia para
asumir la responsabilidad de redirigir el envite. Juan Domínguez y sobre todo
Eneko Romo, volvieron a ser determinantes en el funcionamiento del equipo de
Sergio Francisco. El entrenador necesita a sus ex compañeros para liderar al
resto del grupo. La experiencia de sus hombres es lo que contrarresta las
carencias del equipo.
El resultado es sin duda, lo más
positivo del partido del domingo a mediodía. Por lo demás, el Real Unión
ofreció un pobre espectáculo. Frío, triste como el ambiente en la grada,
realizó una mala primera mitad. El
Sariñena tampoco daba sensación de peligro, pero el público asumió que costaría
sacar el partido. Entonces llegó una sorpresa mayúscula, en forma de gol de
Arcega, con un lanzamiento cruzado a la base del palo. El peligro llegó a raíz
de un pase entre la defensa unionista. El Sariñena, que solo había marcado tres
goles hasta el momento, logró el cuarto dejando en evidencia a la zaga
irundarra. Tras el tanto, el Unión quiso reaccionar, consciente de la imagen
que estaba ofreciendo. Pero le faltaban mimbres para cambiar el partido. A
pesar del gol invalidado a Gaizka Saizar, los txuribeltz se llevaron una sonora
pitada camino de los vestuarios.
Sergio Francisco detectó las
necesidades del equipo e incorporó a Gabilondo en la reanudación, mucho más
activo saliendo desde el banquillo. Pero lo que dio un vuelco definitivo al
encuentro, fue el ingreso de Eneko Romo al terreno de juego. Ocupó su posición
al lado Juan Domínguez, y juntos recuperaron lo perdido. Juan sacó el córner y
Eneko remató. Juan buscó el penalti y Eneko lo transformó. Los tres puntos se
quedaron en Gal a base de casta y de muchísimo oficio. Porque juego hubo muy
poco. El Real Unión ha perdido la chispa que le caracterizaba en las primeras
jornadas. Ahora es lento, impreciso y predecible. Los equipos han estudiado al grupo de Sergio Francisco, y saben buscarle las cosquillas. De modo que algo
tiene que cambiar de cara a las próximas jornadas. Lo que sigue intacto es el
compromiso y la motivación de jugadores de la talla de Eneko Romo, que ayer
celebró, de paso, 101 goles como futbolista.
Con la victoria, el Unión toma aire
y recupera el equilibrio. El tropiezo
que comenzó en Madrid se había alargado demasiado. Pero los txuribeltz vuelven
a estar en pie, listos para la batalla. Ahora toca adivinar qué rumbo tomarán los txuribeltz. Si seguirán la estela de los
mejores, o si se estancarán en la zona media de la clasificación. El final de la
primera vuelta se antoja interesante, con cuatro citas de alto copete antes de
Santo Tomás. La primera, la visita del domingo a las instalaciones de Lezama.
El Real Unión se enfrentará al Bilbao Athlétic, sin duda uno de los mejores
equipos de la categoría. Los de Cuco Ziganda vienen de tumbar al Barakaldo con
un convincente dos a cero. Es evidente que será un duro rival para el Real
Unión, al que aún persiguen las dudas.
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