martes, 19 de noviembre de 2013

Lo que el río ve


Menos mal
UNAI OIARTZUN

Se acabó la racha. Y gracias, porque a punto estuvo el Sariñena de dar  el golpe en el Stadium Gal. Algo que hubiera agravado enormemente la delicada situación del Real Unión. Sufriendo, pero los irundarras lograron cumplir con el objetivo de la jornada. Marcar, ganar y dejar atrás el turbulento último mes de competición. En una mañana atascada, tuvo que aparecer la vieja guardia para asumir la responsabilidad de redirigir el envite. Juan Domínguez y sobre todo Eneko Romo, volvieron a ser determinantes en el funcionamiento del equipo de Sergio Francisco. El entrenador necesita a sus ex compañeros para liderar al resto del grupo. La experiencia de sus hombres es lo que contrarresta las carencias del equipo.
            El resultado es sin duda, lo más positivo del partido del domingo a mediodía. Por lo demás, el Real Unión ofreció un pobre espectáculo. Frío, triste como el ambiente en la grada, realizó una mala primera mitad.  El Sariñena tampoco daba sensación de peligro, pero el público asumió que costaría sacar el partido. Entonces llegó una sorpresa mayúscula, en forma de gol de Arcega, con un lanzamiento cruzado a la base del palo. El peligro llegó a raíz de un pase entre la defensa unionista. El Sariñena, que solo había marcado tres goles hasta el momento, logró el cuarto dejando en evidencia a la zaga irundarra. Tras el tanto, el Unión quiso reaccionar, consciente de la imagen que estaba ofreciendo. Pero le faltaban mimbres para cambiar el partido. A pesar del gol invalidado a Gaizka Saizar, los txuribeltz se llevaron una sonora pitada camino de los vestuarios.
            Sergio Francisco detectó las necesidades del equipo e incorporó a Gabilondo en la reanudación, mucho más activo saliendo desde el banquillo. Pero lo que dio un vuelco definitivo al encuentro, fue el ingreso de Eneko Romo al terreno de juego. Ocupó su posición al lado Juan Domínguez, y juntos recuperaron lo perdido. Juan sacó el córner y Eneko remató. Juan buscó el penalti y Eneko lo transformó. Los tres puntos se quedaron en Gal a base de casta y de muchísimo oficio. Porque juego hubo muy poco. El Real Unión ha perdido la chispa que le caracterizaba en las primeras jornadas. Ahora es lento, impreciso y predecible. Los equipos han estudiado al grupo de Sergio Francisco, y saben buscarle las cosquillas. De modo que algo tiene que cambiar de cara a las próximas jornadas. Lo que sigue intacto es el compromiso y la motivación de jugadores de la talla de Eneko Romo, que ayer celebró, de paso, 101 goles como futbolista.
            Con la victoria, el Unión toma aire y recupera el equilibrio.  El tropiezo que comenzó en Madrid se había alargado demasiado. Pero los txuribeltz vuelven a estar en pie, listos para la batalla. Ahora toca adivinar qué rumbo tomarán los txuribeltz.  Si seguirán la estela de los mejores, o si se estancarán en la zona media de la clasificación. El final de la primera vuelta se antoja interesante, con cuatro citas de alto copete antes de Santo Tomás. La primera, la visita del domingo a las instalaciones de Lezama. El Real Unión se enfrentará al Bilbao Athlétic, sin duda uno de los mejores equipos de la categoría. Los de Cuco Ziganda vienen de tumbar al Barakaldo con un convincente dos a cero. Es evidente que será un duro rival para el Real Unión, al que aún persiguen las dudas.

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