martes, 25 de diciembre de 2012

Lo que el río ve


Cura de humildad
UNAI OIARTZUN
Ni antes éramos tan buenos, ni ahora somos tan malos. El martes pasado no era momento para la euforia y tampoco lo es este para la alarma. La racha ha terminado, de acuerdo, pero la decepción no puede ser la sensación con la que nos quedemos antes de la reanudación del campeonato. El verdugo del Real Unión ha sido un gran Bilbao Athletic, de lo mejor que ha visto un servidor en la presente temporada. Siempre digo que los filiales acaban pinchando tarde o temprano, pero la verdad es que estos cachorros van muy en serio. No los descartaría como candidatos a la fase de ascenso. En cuanto al Unión, era difícil alargar la dinámica, y caer en Lezama entraba dentro de lo normal. Peores derrotas ha recibido el equipo durante esta primera vuelta. Tranquilidad.
                Tal y como  era de esperar, el choque de Lezama estuvo muy disputado desde el principio. Para el minuto tres, el marcador bien podía reflejar un empate a uno. Los txuribeltz realizaron una digna media hora de juego, hasta que llegó la desafortunada acción que estrenó el marcador. Villanueva, que se había mostrado muy serio hasta el momento, se tragó el flojo disparo de Vidal, haciendo un regalo que no necesitaban los del “Cuco”. El filial se creció y el Unión sufrió hasta el descanso. Sorprendió la facilidad con la que los rápidos ataques rojiblancos dejaban en evidencia a la tan elogiada defensa irundarra. Tras la reanudación, los de Idiakez mostraron su mejor cara, se adueñaron del esférico y comenzaron a sentirse cómodos sobre el verde. Buscaron el empate, pero el  Unión del sábado distaba mucho de lo visto en las últimas jornadas. Bien por la falta de profundidad, bien por el buen hacer de la zaga rojiblanca, los de Irun estuvieron lejos de conseguir el empate. Es una pena, porque  el punto hubiera redondeado un último mes de matrícula. Pero de poco sirve lamentarse ahora.
                Hace tiempo percibí algo que no comparto con el míster. El sábado, como en otras ocasiones, Idiakez tardó mucho, demasiado en realizar los cambios. El ataque unionista no funcionaba y pedía aire fresco a gritos. La entrada de Colinas era una necesidad, pero puede que llegara tarde. La de Infante a falta de cinco minutos, dudo de que tuviera una intención clara. El equipo necesitaba un cambio, que pudo haber venido de las botas de Chuchi, del propio Infante algo antes, o de Seguro, hace tiempo relegado a un tercer plano. Sus razones tendrá Imanol. Total, que Olentzero ha estado algo escaso. El Real Unión se queda fuera del play-off, a dos puntos del Amorebieta, que ocupa la última plaza con premio. La vuelta al trabajo, con dos encuentros consecutivos en el Stadium Gal, debe servir para volver a la senda del triunfo. El Real Unión sigue en la pelea y tiene la mitad del campeonato para afianzarse en las posiciones cabeceras. Disfruten de estos días y que el nuevo año, impar por cierto, traiga buenas noticias a la familia txuribeltz.

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