Cura de humildad
UNAI OIARTZUN
Ni antes éramos tan buenos, ni
ahora somos tan malos. El martes pasado no era momento para la euforia y
tampoco lo es este para la alarma. La racha ha terminado, de acuerdo, pero la
decepción no puede ser la sensación con la que nos quedemos antes de la
reanudación del campeonato. El verdugo del Real Unión ha sido un gran Bilbao
Athletic, de lo mejor que ha visto un servidor en la presente temporada. Siempre
digo que los filiales acaban pinchando tarde o temprano, pero la verdad es que estos cachorros
van muy en serio. No los descartaría como candidatos a la fase de ascenso. En
cuanto al Unión, era difícil alargar la dinámica, y caer en Lezama entraba
dentro de lo normal. Peores derrotas ha recibido el equipo durante esta primera
vuelta. Tranquilidad.
Tal
y como era de esperar, el choque de
Lezama estuvo muy disputado desde el principio. Para el minuto tres, el
marcador bien podía reflejar un empate a uno. Los txuribeltz realizaron una
digna media hora de juego, hasta que llegó la desafortunada acción que estrenó
el marcador. Villanueva, que se había mostrado muy serio hasta el momento, se
tragó el flojo disparo de Vidal, haciendo un regalo que no necesitaban los del
“Cuco”. El filial se creció y el Unión sufrió hasta el descanso. Sorprendió la
facilidad con la que los rápidos ataques rojiblancos dejaban en evidencia a la
tan elogiada defensa irundarra. Tras la reanudación, los de Idiakez mostraron
su mejor cara, se adueñaron del esférico y comenzaron a sentirse cómodos sobre
el verde. Buscaron el empate, pero el
Unión del sábado distaba mucho de lo visto en las últimas jornadas. Bien
por la falta de profundidad, bien por el buen hacer de la zaga rojiblanca, los
de Irun estuvieron lejos de conseguir el empate. Es una pena, porque el punto hubiera redondeado un último mes de
matrícula. Pero de poco sirve lamentarse ahora.
Hace
tiempo percibí algo que no comparto con el míster. El sábado, como en otras
ocasiones, Idiakez tardó mucho, demasiado en realizar los cambios. El ataque unionista no funcionaba y pedía aire fresco a gritos. La entrada de Colinas era una
necesidad, pero puede que llegara tarde. La de Infante a falta de cinco
minutos, dudo de que tuviera una intención clara. El equipo necesitaba un cambio, que pudo haber venido de las botas de Chuchi, del propio
Infante algo antes, o de Seguro, hace tiempo relegado a un tercer plano. Sus
razones tendrá Imanol. Total, que Olentzero ha estado algo escaso. El Real
Unión se queda fuera del play-off, a dos puntos del Amorebieta, que ocupa la
última plaza con premio. La vuelta al trabajo, con dos encuentros consecutivos
en el Stadium Gal, debe servir para volver a la senda del triunfo. El Real Unión
sigue en la pelea y tiene la mitad del campeonato para afianzarse en las
posiciones cabeceras. Disfruten de estos días y que el nuevo año, impar por
cierto, traiga buenas noticias a la familia txuribeltz.
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