UNAI OIARTZUN
Caras y comentarios lo decían todo. El post partido del domingo fue el mejor en mucho tiempo. La alegría ha vuelto al Stadium Gal y la verdad es que hay razones para ello. Llegarán los baches, los bajones, habrá que superar malos momentos, pero el Real Unión ha demostrado de lo que es capaz esta temporada. No es momento para la euforia desatada, pero si para la ilusión. El año pasado, a estas alturas, los txuribeltz marchaban segundos en la clasificación, pero la sensación era bien distinta y al final, el tiempo puso al equipo en su lugar. Ni los jugadores, ni el propio entrenador tenían una idea clara de juego. Esa era, por lo menos, la triste impresión que transmitían. Lo de ahora es otra historia.
Pedíamos paciencia y paciencia se ha tenido. Toca destacar que el míster, Imanol Idiakez, ha sido el primero en mantenerse firme en su idea. Decía allá por septiembre, en estas mismas líneas, que ojalá tuviera que comerme mis palabras y aplaudir la persistencia del entrenador. He aquí el momento de hacerlo. No se ha puesto nervioso, por mucho que en algunas jornadas, la situación lo mereciera. Se ha empeñado en inculcar un estilo a sus jugadores y a la vista está el resultado. La primera parte del domingo fue digna de enmarcar. Empezando por el trabajo defensivo, ya no de los zagueros sino de todo el equipo, en la presión y en la destrucción. Con el balón, el equipo unionista estuvo impecable, sacando el balón jugado, bajando a recibirlo, combinando con criterio y llegando al área con muchísimo peligro. Es difícil destacar un jugador, pero sin desmerecer a los Juan, Lambarri, Albistegi, Kijera o Andriu, enormes también, el protagonista de la tarde fue Chupe. El de Vallecas volvió a demostrar el gran talento que atesora, no solo como goleador, sino también como pieza fundamental en la creación. La plantilla está realmente compensada y los recambios son un lujo. No hay más que ver a Angulo, con tres goles y saliendo casi siempre del banquillo.
Hemos hablado de ilusión, de sensaciones y de juego, pero no hemos nombrado la clasificación. Y los números, esta jornada, tienen mucho interés. Tras la contundente goleada ante el Zaragoza B, el Real Unión se ha colocado en cuarta posición, la última que daría acceso a las eliminatorias por el ascenso. Lejos de presionar, el verse arriba debe servir como acicate para seguir en la línea actual, que acabará llevando a la consecución del objetivo en el mes de mayo. La racha del equipo también es digna de destacar. Cinco es el número clave y es que cinco son las jornadas que lleva el equipo sin perder y sin encajar un solo gol. Y cinco son también, las victorias consecutivas en el Stadium Gal. Con razón está contenta la afición. “No queremos parón” se dijo el domingo, y lo cierto es que ésa era la sensación. Pero pensándolo bien, el descanso debería beneficiar a los txuribeltz, en especial a aquellos jugadores que han acumulado muchos minutos. La plantilla no es muy larga y la temporada, sin embargo, sí. Antes tocará rendir visita a los cachorros de Ziganda, en un interesante duelo entre dos equipos en plena forma, que lucharán por marcharse de vacaciones en tercera posición. Puede sonar excesivo, pero ahora mismo, me temblaría la mano al firmar el empate.
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