UNAI OIARTZUN
El Real Unión sigue siendo incapaz de
encadenar dos victorias consecutivas y se estanca en la zona media de la
clasificación, un poco más rezagado respecto los puestos cabeceros y lo
suficientemente lejos de la zona roja como para seguir tranquilos. Paciencia,
es lo que toca. El ansiado punto de inflexión no termina de llegar y las buenas
sensaciones de los últimos partidos en
el Stadium se ven truncadas por fracasos a domicilio. El último, el del sábado,
en el duro escenario de Las Llanas en Sestao. La derrota escuece, sobre todo,
por haber conseguido el Unión el 0-1 a falta de trece minutos para el final, tras
jugar con diez jugadores durante prácticamente la totalidad de la segunda parte
y ser incapaz de sumar un solo punto.
La visita al River aseguraba una
serie de dificultades tales como la presión de la hinchada sestaotarra, el
estado del verde o la velocidad de los propios jugadores vizcaínos. Idiakez lo
sabía, ya lo advertía el viernes en rueda de prensa, pero el equipo no acertó a
contrarrestar el vendaval verdinegro. La primera parte fue del Sestao y el Unión sufrió en defensa, cargándose de
tarjetas de manera peligrosa. Al final, al cuarto de hora de la segunda mitad,
el colegiado mostró la segunda a Moscardó dejando con uno menos a los
txuribeltz. La tarjeta fue dudosa, casi incomprensible, pero era algo que cabía
esperar. El Real Unión jugaba al límite y el árbitro colaboró en complicar el
partido. Por eso el 0-1, obra de Juan Domínguez de falta directa, cobraba una
importancia mayúscula. Sin haberlo merecido, el equipo irundarra estaba a punto
de llevarse el botín entero para casa. Había que aguantar, pelear y agarrarse
al resultado. Sacar a relucir esa casta, ese carácter demostrado ante el
Logroñés. Sin embargo, dos despistes defensivos, evitables muy probablemente,
propiciaron la remontada local en menos de cinco minutos. Tal vez el resultado
acabara haciendo justicia, pero la dura realidad es que los de Idiakez pudieron
llevarse la victoria y no lo hicieron. Doble decepción.
Lo positivo de la jornada, y es
que el partido de las Llanas poco tiene de rescatable, es que los resultados,
en general, favorecen al Real Unión. Salvo Eibar y Alaves, que siguen
imparables en su particular carrera por el liderato, los demás no se escapan y
se apelotonan en un grupo perseguidor muy amplio. La igualdad reina en el grupo
y las sorpresas se suceden semana tras semana. Es por eso que dos victorias
consecutivas permiten escalar posiciones rápidamente. En lo que el Unión se
refiere, conviene mirar al calendario para descubrir que le esperan dos
jornadas más que interesantes en ese sentido. Amorebieta en casa y Lleida a
domicilio, son compromisos que podrían decidir el futuro próximo de los txuribeltz.
De ganar ambos, estarían muy cerca de ingresar en puestos de Play Off. De
perderlos, quedarían demasiado rezagados. Las demás combinaciones dependerían
de otros resultados. Por el momento el Real Unión parece encontrarse más cómodo
al calor de Gal, de modo que el del Amorebieta de Goiko es el principal
objetivo. Paso a paso.
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