Inyección de moral
UNAI OIARTZUN
Las dos caras mostradas por el
Real Unión el pasado domingo, son un claro ejemplo de lo que está dando de sí el
primer tercio de temporada. En algunas, diría que en demasiadas ocasiones, tal y
como ocurriera en la primera mitad del
último partido ante el Logroñés, hemos visto a un equipo simple, flojo y sin
recursos. Pero en el otro extremo, se encuentra un Unión diferente, sólido en
defensa y rápido, muy desequilibrante en labores ofensivas. Por fortuna, el
segundo afloró el domingo a la vuelta de vestuarios, para resolver el choque de
manera favorable al interés de los irundarras. El Real Unión suma ya dieciséis
puntos, que le alzan a la octava posición de la clasificación. El Lleida, cuarto,
cuenta cinco puntos más. Los txuribeltz han marcado once goles y recibido diez.
Por fin los datos comienzan a ser positivos.
El
trabajo del rival tuvo mucho que ver en lo bochornoso de la primera parte. El
Logroñés, a base de brega, presión y colocación, supo anular el juego de los de
Idiakez. No hiló fino en ataque, pero se encontró con un gol en el minuto
treinta y seis. Demasiado castigo para los fronterizos, que aun dominando el
control del esférico, tampoco habían conseguido llegar con peligro al área
rival. Aquello empezaba a oler mal y
mucho tendrían que cambiar las cosas a la vuelta de los vestuarios. Ahí estuvo
la clave. Nada más volver al terreno de juego, Colinas peleó un balón largo, se
escapó del rival con su endiablada velocidad y batió por bajo a Castilla. A
partir de ahí el Unión se sintió cómodo y aprovechó el lógico bajón físico del Logroñés. Chupe volvió a mostrar su capacidad goleadora
y aprovechó el regalo de la zaga riojana. El partido estaba de cara y Angulo
añadió mordiente en ataque. El Real Unión se gustó y ofreció un recital al
contraataque, consiguiendo el tercero y pudiendo incluso ampliar su ventaja. La
del tercero, por cierto, fue una jugada para enmarcar. Colinas corrió tras un
balón por el que nadie apostaba, lo alcanzó prácticamente en la línea de fondo
y puso el pase en el área pequeña, justo donde Lambarri entraba para fusilar al
meta rival. De libro.
Fe
y confianza. Es lo que demostró el Real Unión,
dando una lección a la propia afición, que para nada esperaba la
remontada. No había más que ver las caras en el descanso. Pero este equipo es
fuerte, tiene carácter y capacidad de reacción. La actitud es indispensable
sobre el terreno de juego y el Unión lo puso de manifiesto. Tras el fracaso en
Tafalla la victoria era obligada, pero visto el transcurso de los
acontecimientos, los tres puntos tienen un gran valor. Por la triste primera
parte, por la reacción en la segunda, por la gran remontada y por los tres
goles anotados. La ineficacia ofensiva de las últimas jornadas desapareció para
dar paso a un equipo desbordante, agresivo y sorprendentemente acertado de cara
a portería. Al término del encuentro, la afición esperó a aplaudir a los
jugadores que por fin habían dado la talla. La confianza que se generó vale más
que tres puntos. Imanol Idiakez comienza a ver su idea reflejada sobre el
terreno de juego y el equipo sigue madurando poco a poco. En ese sentido, el
del domingo fue un paso vital.
1 comentario:
No creo que la aficion no se esperaba la remontada; el Logroñes no mostro muchas cosas y metio un gol en su unica media ocasion.
A parte del trabajo del rival, la primera parte nos dejo ver un Union un poco desequilibrado en el centro del campo y sobre todo sin soluciones para sacar el balon una vez este recuperado.
Reequilibrio del equipo, soluciones para el que recuperaba el balon y se puede organizar de manera eficiente el juego.
Y llegan los goles ...
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