martes, 24 de marzo de 2015

Lo que el río ve


Catarsis
UNAI OIARTZUN


Tres de tres. El Real Unión ha completado una semana redonda para dejar bien atrás el mes de resultados negativos. El Castellón espera ya a los txuribeltz, que superaron al Linares con total autoridad. Sin duda se trata de una final de renombre para la Copa Federación, con el aliciente de poder levantar un título en el Stadium Gal. En liga, dos claras victorias han devuelto todo el crédito, si es que algo había perdido, al equipo de Aitor Zulaika. El Unión derrotó al Amorebieta con una actuación muy seria. Una verdadera demostración de poderío capaz de amedrentar a cualquier equipo. El Amorebieta era un duro rival, y dejó clara su condición en el arranque del partido. Los txuribeltz tuvieron que sufrir en más de una ocasión. En cualquier caso, poco a poco fueron adueñándose del balón y del partido.

Antes del gol, el Real Unión había empezado a llegar con peligro. Pero el tanto fue un paso de gigante hacia la victoria. Llegó en una acción inusual. Juan Domínguez emplea bien su cuerpo, y suele ganar la posición con facilidad a sus defensores. En cambio, llegado a la frontal, no acostumbra a disparar. Probó suerte, y el balón acabó en la red. La verdad es que el donostiarra tiene un excelente golpeo, y podría sacarle mayor provecho. El tanto fue un mazazo para los vizcaínos. Tuvieron otra clara ocasión antes del descanso, pero a partir de la reanudación, se fueron diluyendo poco a poco. El Unión fue claro dominador del segundo tiempo, empezando por una línea defensiva soberbia, que mantuvo la portería a cero un mes después de la última vez. De medio campo para adelante, los txuribeltz generaron peligro, tuvieron incluso fases de fútbol vistoso y de calidad.

El segundo gol se hizo esperar, e hizo recordar la última experiencia contra el Trival Valderas. Los locales estaban perdonando. Finalmente, Sagastibeltza puso el cerrojo, con algo de fortuna. Devolvió la calma al Stadium Gal, que pudo disfrutar con la victoria de su equipo. A partir del gol de Aimar, lo más destacable podría ser la apuesta de Zulaika por no mover el banquillo. No es la primera vez que se decanta por no hacer más que dos cambios. Además, lo cierto es que los hizo a escasos minutos para el final, con el choque prácticamente decidido y sin una misión relevante para las incorporaciones. Dicen que si algo funciona, no hay por qué cambiarlo. Pero en este caso, con ocho jornadas y los dos partidos de la final por delante, no deja de ser sorprendente. Hay jugadores que están teniendo una carga enorme de minutos. Es el caso de Rodellar, que ha jugado los tres partidos de la semana al completo.

Que hablaríamos a falta de ocho jornadas, decía Zulaika hace tiempo, para restar presión al equipo. Pues bien, llegado ese momento, no queda más remedio que repetir la lectura que hacíamos unas cuantas jornadas atrás. El Real Unión está en disposición de luchar por todo, incluso por el liderato final. Sin embargo, las opciones que tiene de ganar el campeonato son tantas como las de quedarse fuera de la fase de ascenso. Algo que no sería un fracaso, pero si una auténtica pena, después de haber tenido la miel en los labios. No solo para los aficionados, también para una plantilla visiblemente ilusionada y tremendamente implicada. Las ocho últimas jornadas decidirán la suerte de los equipos que luchan por el play-off. En ellas, el Unión deberá sacar a relucir su mejor versión para superar a sus rivales y entrar entre los cuatro primeros. La línea trazada durante la última semana es la que conviene seguir para lograrlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario