Semana
vital
UNAI
OIARTZUN
Definitivamente, el mes de febrero ha sido malo para el Real Unión,
al menos en lo que a resultados de liga se refiere. Desde la visita
al Guadalajara, los txuribeltz han sumado tan solo cinco puntos de
doce posibles. Menos de la mitad. La irregularidad ha dejado al
equipo fuera de los puestos de play-off de ascenso. Se pueden buscar
distintos motivos: sanciones, lesiones, cansancio, carga excesiva de
partidos, ansiedad motivada por la clasificación... Todo ha podido
influir. En cualquier caso, cada equipo tiene sus rachas a lo largo
de la temporada. El Unión la tuvo muy buena entre finales de
noviembre y enero. Ahora está viviendo el contrapunto de aquella.
Hasta el momento, la igualdad del grupo ha permitido que a pesar de
todo, los txuribeltz permanezcan a tiro del liderato. Es uno de los
datos positivos. El otro, que el equipo sigue ofreciendo dosis de
buen fútbol.
En el estadio Fernando Torres, el Unión sufrió el castigo de haber
perdonado durante la primera mitad. Los txuribeltz fueron superiores,
generaron ocasiones, pero no consiguieron reflejar el dominio en el
marcador. Ya van tres jornadas en las que los unionistas acusan la
falta de puntería de cara a portería. Están fallando ocasiones más
claras que muchas de las que entraron durante la racha positiva. El
Fuenlabrada llegó vivo al descanso, y aprovechó la circunstancia,
volviendo al verde rearmado y motivado para hacer frente a los
txuribeltz. Suya fue la segunda parte, en la que acabó obteniendo el
premio a su insistencia. Dolió encajar el gol en el ochenta y cinco,
cuando el Unión acariciaba un punto que hubiera cambiado la
valoración de la jornada. Pero esa rabia no justifica la acción en
la que Galán se ganó la expulsión directa. Un Real Unión falto de
acierto en la faceta goleadora se queda sin su máxima referencia
ofensiva de cara a una jornada de suma importancia para poder superar
el bache.
Veinticuatro puntos separan a los de Aitor Zulaika del Trival
Valderas, rival del próximo domingo. La diferencia en la
clasificación es enorme. Sin embargo, los txuribeltz deberán
ponerla en evidencia sobre el terreno de juego del Stadium Gal. Una
victoria supondría pasar página y verse reforzado de cara a las
diez últimas jornadas. Algo que el Real Unión necesita de manera
imperiosa. La importancia del encuentro es evidente. Pero guste o no,
el compromiso contra el Trival estará condicionado por la
semifinal de la Copa Federación. Por la dureza y la intensidad de
la ida, y por su resultado. De la eliminatoria contra el Linares
puede esperarse la máxima dificultad. Nadie dijo que el camino fuera
fácil. Pero está claro que el Unión tiene armas para derrotar al
equipo andaluz y alcanzar la gran final. La visita a Linarejos puede
marcar el devenir de la eliminatoria. En ese sentido, la
concentración en Madrid ha debido servir de acicate a los
txuribeltz.
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