martes, 21 de enero de 2014

Lo que el río ve

El aliado invierno
UNAI OIARTZUN

Pasó otra vez. Volvió a aparecer. El chaparrón inundó el campo  y lejos de trabar el partido, lo desatascó a favor del equipo local. La primera parte del enfrentamiento del sábado entre Real Unión y Laudio, fue una viva muestra de la igualdad y del respeto reinante entre los equipos del Grupo Segundo de la Segunda División B.  Cuarenta y cinco minutos en los que la presión y la disputa en el centro del campo se impusieron al juego vistoso y ofensivo. Se salvó la salida de los txuribeltz, intensa y arrolladora por momentos, que se diluyó por completo a raíz del primer susto en forma de ocasión visitante. El resto de la primera mitad se hizo larga y tediosa para muchos espectadores.
            Pero llegó el diluvio a los cinco minutos de la reanudación y el agua volvió a cubrir el terreno de juego del Stadium Gal. El Real Unión había aprendido la lección dos semanas antes frente al Leganés. Y el Laudio lo pudo comprobar. Los de Irun  se adaptaron al campo, embarraron sus camisetas y lucharon por cada balón hasta conseguir la victoria. No hay mejor ejemplo que el gol de Goikoetxea, que entró en una disputa en la que nadie creía y que ciertamente, parecía perdida. Ganó la posición a Larrainzar y superó al guardameta  demostrando cual es la actitud ganadora. El gol de la sentencia fue obra del más veterano, el que sabe estar y aparecer en el momento adecuado. Eneko Romo celebró su noveno gol  con rabia. Ofreciéndose a sus compañeros para fundirse en una piña, que evoca unión ante la adversidad. En el día de ayer, el cuerpo técnico quiso alertar al unionismo sobre la situación que vive el equipo y en ese contexto, reconforta ver el esfuerzo y el compromiso de los txuribeltz.
            Creo que siempre he defendido la valía de los jugadores que conforma la actual plantilla del Real Unión. Durante las últimas semanas me están reafirmando en esa idea. Lesiones y sanciones han propiciado rotaciones obligatorias y cada novedad ha cumplido su cometido con creces. Goikoetxea, Seguin e Itxaso fueron de los más destacados el sábado pasado, e iniciaron la temporada en el banquillo. Pero lejos de las individualidades, es la unión, la fuerza del grupo la que debe explotar el equipo de Sergio Francisco. Los dos últimos partidos en Gal, ambos pasados por agua, han servido para reforzar al Real Unión en ese sentido. Esa línea le llevará a prolongar los resultados que ha dejado este inicio de 2014. Nada desdeñables por otra parte, ya que siete puntos de nueve superan el registro del equipo en la tercera jornada de la primera vuelta.
            Vienen dos jornadas de máxima exigencia. El Conquense es el único equipo que no ha perdido en su casa y es allí donde el Unión tratará de prolongar la racha. Luego llegará el Huesca, equipo al que batieron los txuribeltz en la primera vuelta, pero que ha escalado posiciones hasta el grupo cabecero. Ambos rivales cuentan con dos puntos de ventaja sobre los de Sergio Francisco. Serán encuentros duros y complicados. El equipo tendrá que dar el máximo nivel para no salir escaldado. Lo bueno es que los de Irun han alcanzado una relativa tranquilidad deportiva y afrontan el futuro sin ninguna presión añadida. Teniendo en cuenta la turbulenta situación del club, el Real Unión no debería pensar más que en salvar cuanto antes la categoría. Conseguir cuarenta y cinco puntos que aseguren un plácido final de temporada en el aspecto deportivo.

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