El aliado invierno
UNAI
OIARTZUN
Pasó otra vez. Volvió a aparecer. El chaparrón inundó el
campo y lejos de trabar el partido, lo
desatascó a favor del equipo local. La primera parte del enfrentamiento del
sábado entre Real Unión y Laudio, fue una viva muestra de la igualdad y del
respeto reinante entre los equipos del Grupo Segundo de la Segunda División
B. Cuarenta y cinco minutos en los que
la presión y la disputa en el centro del campo se impusieron al juego vistoso y
ofensivo. Se salvó la salida de los txuribeltz, intensa y arrolladora por
momentos, que se diluyó por completo a raíz del primer susto en forma de
ocasión visitante. El resto de la primera mitad se hizo larga y tediosa para
muchos espectadores.
Pero llegó
el diluvio a los cinco minutos de la reanudación y el agua volvió a cubrir el
terreno de juego del Stadium Gal. El Real Unión había aprendido la lección dos
semanas antes frente al Leganés. Y el Laudio lo pudo comprobar. Los de
Irun se adaptaron al campo, embarraron
sus camisetas y lucharon por cada balón hasta conseguir la victoria. No hay
mejor ejemplo que el gol de Goikoetxea, que entró en una disputa en la que nadie
creía y que ciertamente, parecía perdida. Ganó la posición a Larrainzar y
superó al guardameta demostrando cual es
la actitud ganadora. El gol de la sentencia fue obra del más veterano, el que
sabe estar y aparecer en el momento adecuado. Eneko Romo celebró su noveno
gol con rabia. Ofreciéndose a sus
compañeros para fundirse en una piña, que evoca unión ante la adversidad. En el
día de ayer, el cuerpo técnico quiso alertar al unionismo sobre la situación
que vive el equipo y en ese contexto, reconforta ver el esfuerzo y el
compromiso de los txuribeltz.
Creo que
siempre he defendido la valía de los jugadores que conforma la actual plantilla
del Real Unión. Durante las últimas semanas me están reafirmando en esa idea.
Lesiones y sanciones han propiciado rotaciones obligatorias y cada novedad ha
cumplido su cometido con creces. Goikoetxea, Seguin e Itxaso fueron de los más
destacados el sábado pasado, e iniciaron la temporada en el banquillo. Pero
lejos de las individualidades, es la unión, la fuerza del grupo la que debe
explotar el equipo de Sergio Francisco. Los dos últimos partidos en Gal, ambos
pasados por agua, han servido para reforzar al Real Unión en ese sentido. Esa
línea le llevará a prolongar los resultados que ha dejado este inicio de 2014.
Nada desdeñables por otra parte, ya que siete puntos de nueve superan el
registro del equipo en la tercera jornada de la primera vuelta.
Vienen dos
jornadas de máxima exigencia. El Conquense es el único equipo que no ha perdido
en su casa y es allí donde el Unión tratará de prolongar la racha. Luego
llegará el Huesca, equipo al que batieron los txuribeltz en la primera vuelta,
pero que ha escalado posiciones hasta el grupo cabecero. Ambos rivales cuentan
con dos puntos de ventaja sobre los de Sergio Francisco. Serán encuentros duros
y complicados. El equipo tendrá que dar el máximo nivel para no salir
escaldado. Lo bueno es que los de Irun han alcanzado una relativa tranquilidad
deportiva y afrontan el futuro sin ninguna presión añadida. Teniendo en cuenta
la turbulenta situación del club, el Real Unión no debería pensar más que en
salvar cuanto antes la categoría. Conseguir cuarenta y cinco puntos que
aseguren un plácido final de temporada en el aspecto deportivo.
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