UNAI OIARTZUN
Parece que este año no toca. Solo un final de liga histórico permitiría al
Real Unión cerrar el círculo que comenzó allá por 2003. Desde entonces, el conjunto txuribeltz no ha fallado a su cita con la fase de ascenso en los años impares. Diez años después, recortar ocho puntos para cumplir el propósito se antoja
prácticamente imposible. Algo más si cabe, teniendo en cuenta la irregularidad mostrada
por los txuribeltz durante la presente temporada. Necesitarían una racha
impecable, la mejor del año, y aun y todo, seguirían dependiendo de otros
resultados. Hasta cinco equipos pelearán en la recta final por la última plaza
con premio y el Real Unión es el peor colocado en este momento. El sábado
recibirá al Lleida, cuarto clasificado, y en caso de no ganar el partido, dirá
adiós de forma casi definitiva, a sus últimas esperanzas de remontada.
Dolió
el gol del Sestao en el último minuto, pero dolió más si cabe, el tardío tanto
de Aldalur en Amorebieta. El Real Unión había hecho lo más difícil, estaba
cerca de llevarse el premio gordo y de nuevo en el tramo final del partido, el
acierto del rival echó por tierra el trabajo de los irundarras. El gol de Alaña
al cuarto de hora, complicaba la tarde a los txuribeltz, pero lejos de
hundirles, los alentó para buscar la igualada con ahínco. Había demasiado en
juego. La alineación inicial, con solo dos hombres de vocación ofensiva, no
animaba al ataque, pero convencido de sus posibilidades, el Unión fue capaz de
dar un vuelco al marcador en diez minutos. La importancia psicológica del gol
de Andriu, a las puertas del descanso, auguraba un final feliz para los del
Stadium Gal.
En
la segunda parte volvieron los fantasmas. Ya sea por falta de puntería, o por
miedo a perder, el hecho de no matar los partidos ha sido otro de los mayores
problemas durante la temporada. Volvió a tenerla Moscardó, pero falló en boca
de gol y como siempre, regalar supone
sufrir hasta el final. El Unión pudo ganar, pero también estuvo cerca de
perder. Villanueva tuvo que intervenir para evitar la catástrofe, recordando la
seguridad que transmite la portería unionista. Al final, la valoración del
resultado es parecida a la de Las Gaunas. El equipo hizo un buen partido y
logró un empate meritorio en casa del quinto clasificado. Pudo ganar, pero el
punto debe darse por bueno. Lo que está claro, es que si al Real Unión se la ha
escapado el tren del play-off, no se ha debido a partidos como el del sábado.
La
temporada se acerca a su final y hay quien ha empezado a hablar de la
clasificación para la Copa del Rey, como objetivo para las jornadas venideras. El
séptimo de la tabla será el último en lograr ese billete y el conjunto
unionista acaba de perder esa plaza. A nadie se le escapa lo atractivo del
torneo del K.O. y la posibilidad es más que factible. Sin embargo, no creo que
el equipo se conforme con la Copa mientras haya opciones matemáticas de
clasificarse para el play-off. Cuanto más alargue la lucha el Real Unión, más
cerca estará de paso, de entrar en el bombo de la Copa en agosto. Y seguir en
la pomada, aunque sea de lejos, pasa por sacar los tres puntos que se pondrán en
juego el sábado en el Stadium Gal. No se puede pensar en otro resultado. Tras
cuatro empates consecutivos, Real Unión necesita reencontrarse con la victoria.
Mientras haya una posibilidad, no debe cejar en el empeño.
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