martes, 30 de abril de 2013

Lo que el río ve

Tarde apacible
UNAI OIARTZUN
Un partido como el del sábado era lo que le hacía falta al Real Unión para afrontar con otro ánimo el final de temporada.  Tras más de un mes de golpes y desilusiones, equipo y afición necesitaban darse una alegría para volver a sonreír conjuntamente. La derrota de Torrelavega hacía pensar en un equipo triste y abatido e incluso el objetivo de la Copa parecía una quimera. La victoria del sábado ha cambiado esa visión. Un gol en el último minuto volvió a resolver el partido de Gal, que ésta vez cayó del lado local. El gol de Lambarri fue de lo mejor que pudo verse en un choque, que por otra parte, no tuvo demasiada emoción. El Unión afrontó el partido sin presión y el Racing no pareció un equipo que se jugara el descenso. De lo más positivo fue ver el buen aspecto de la gradas de Stadium. La afición cumplió y acudió a alentar a un su equipo en un encuentro sin demasiado aliciente. Eso dice mucho del Real Unión.
                El foco de atención estuvo, sin duda, en la portería unionista.  Imanol Idiakez fue consecuente con sus decisiones y no le tembló el pulso al alinear a Bruno Moncayo. Tampoco al dejar la convocatoria en quince jugadores, sin otro guardameta con el que cubrir una hipotética lesión. Tras una frenética sucesión de acontecimientos, ahí estaba Bruno, con sus dieciséis años, dispuesto a defender con uñas y dientes, la portería del primer equipo irundarra. Se le notó algo nervioso en los primeros golpeos, y tuvo la mala suerte de recibir un tanto en la primera ocasión visitante. Fue en un saque de esquina en el que poco más podía hacer el cancerbero. Hasta ahí el titubeante inicio de Moncayo. La segunda parte del portero fue brillante y sus dos intervenciones salvaron el partido. La ovación del público, que llegó a corear su nombre, y las felicitaciones de cada uno de sus compañeros, pusieron el broche a un debut soñado.
                 El portero se ganó el protagonismo, pero no fue el único que merece ser destacado. Idiakez parece haber decidido dar minutos a jugadores que no han gozado de ellos durante la mayor parte de la temporada. Chuchi es uno de los hombres que menos ha participado esta campaña. Estuvo a la altura y puso el temple en el centro del campo. E Infante aprovechó la titularidad para mostrar sus virtudes en banda derecha. Esta temporada ha aportado mucho más que en la anterior, pero necesitaba una tarde como la del sábado para ganar en confianza. El gol es la mejor vitamina para los atacantes y David sacó a relucir ese olfato del que gozaba en su época en el filial.  La gran ausencia del partido fue la de Alex Albistegi, baluarte del equipo que tuvo al fin un merecido descanso. El eibartarra ha sido clave en la medular unionista, una pieza fundamental en el esquema de Imanol Idiakez.
                Quedan tres partidos para despedir la temporada. El  último de casa, contra un Bilbao Athlétic con el liderato en juego, será harto complicado. Bien hizo el Unión en aprovechar el encuentro contra el Racing B para ofrecer la victoria a la afición. En cuanto a los de fuera, el filial del Zaragoza está jugándose los cuartos y el Tudelano, es el máximo rival de los de Irun en cuanto a la clasificación para la Copa se refiere. No hay rival pequeño en la recta final del campeonato. Los tres saldrán a comerse a los txuribeltz, que no tendrán más remedio que ponerse a su altura si quieren puntuar de aquí a mediados de mayo. Deben centrarse en dar el máximo en cada partido y de ello dependerá el puesto que pueda tener premio a final de temporada.

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