martes, 19 de febrero de 2013

Lo que el río ve


Partido a partido
UNAI OIARTZUN
La victoria ante el Noja era vital para tapar la hemorragia y recuperar el pulso. Tras un eterno mes de derrotas y tormentas dentro y fuera del campo, ganar a toda costa era una premisa clara en la tarde del domingo. Puede que el resultado final fuera  abultado, pero calificarlo de injusto me parece excesivo. El Noja dominó el juego durante gran parte del choque y el Unión estuvo lejos de su mejor versión. Pero el gol es el que cuenta y los cuatro tantos lo hicieron merecedor de los tres puntos. Puntos balsámicos, que  inyectan confianza y moral. Lo necesitaba el club, lo necesitaba la afición pero sobre todo el equipo, ese grupo de jugadores que parecía haber dejado de creer en sí mismo.  La pesadilla deportiva ha acabado, la económica parece haber encontrado el cauce y el futuro se presenta incierto, pero esperanzador.
                Hablemos de fútbol. De acuerdo, el equipo cántabro fue superior en el primer acto y el gol de Domínguez llegó en una jugada aislada, bien peleada por Albistegi y mejor rematada por el donostiarra. A la vuelta de los vestuarios el equipo visitante siguió dominando y lo cierto es que de no ser por Otermin, el partido podía haber cambiado radicalmente al inicio la segunda mitad. Pero el arquero también juega y el zaruztarra estuvo sensacional. Luego llegó Lambarri, pieza fundamental en el conjunto unionista. La entrada del bilbaíno cambió la cara al ataque, que ganó en espacio y libertad de movimiento. Y llegaron los mejores momentos del Unión. Dos goles en dos minutos sentenciaron a un Noja que había rozado el empate y que veía cómo toda opción de puntuar en Gal se desvanecía en un instante. La pillería y la clase de Angulo y la exquisita jugada entre Chupe, Juan y Lambarri tumbaron las aspiraciones del equipo cántabro. Todavía había ganas de más e Infante puso el broche con otra delicatesen, zafándose de dos rivales y poniendo un centro medido a la testa de Angulo. Cuatro goles de bella factura para solventar un partido complicado y para contentar a una afición que no dudó en apoyar y animar a los de Imanol Idiakez.
                La racha ha terminado y tras reencontrarse con uno mismo, toca mirar alrededor. A pesar de las cuatro derrotas, el Real Unión está en una digna séptima posición, empatado a puntos con Lleida y Tudelano. El play-off parece estar lejos y por eso, los jugadores hacen bien en quitarse la presión que ha podido lastrar al equipo. “Partido a partido”, es la expresión que más han repetido los unionistas durante estos días a los medios  de comunicación y es lo mejor que pueden hacer. Sacar el máximo número de puntos posible y descubrir, en unas cuantas jornadas, la cota máxima a la que puedan aspirar. Vienen dos partidos preciosos, de los que gusta jugar y disfrutar. Los derbis ante el Eibar y la Real Sociedad B testarán la recuperación de un Real Unión que deberá competir al máximo para puntuar en las dos citas. Por el momento, toca pensar en dar un buen susto a los armeros. Los pupilos de Garitano y el cenagal de Ipurua  lo pondrán difícil, pero los txuribeltz ya han sacado tajada en las últimas visitas al coqueto estadio eibartarra. No olviden el golazo de Arzamendi en el tiempo de descuento.

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