martes, 26 de agosto de 2014

Lo que el río ve

Prudencia obligada
UNAI OIARTZUN
Comienza una nueva temporada del Real Unión en Segunda División B. Que no es poco. Teniendo en cuenta el agónico final de la pasada campaña, y lo esperpéntico que ha sido el mes de julio en los alrededores del Stadium Gal, el unionismo puede contentarse con ver a su equipo compitiendo en el terreno de juego. De momento, el club parece haber enderezado la situación económica, con el pago a sus trabajadores, que han tenido que llegar al extremo de una huelga indefinida. Considero que era un paso indispensable para alcanzar la estabilidad que el Real Unión necesita. Permítanme que insista en el aspecto económico, y es que a nadie se le escapa la repercusión que tiene en la marcha del equipo. La experiencia de las dos últimas temporadas no deja lugar a la duda. El rendimiento del Unión estará supeditado al pago de los salarios y al contexto institucional que lo rodee.
                Teniendo muy clara la importancia de los condicionantes extradeportivos, es el momento de observar al nuevo equipo txuribeltz. Tras lo acontecido en las últimas temporadas, el aficionado unionista podía imaginar un cambio de rumbo de la directiva a la hora de confeccionar la plantilla. Era lógico pensar en un equipo austero y basado en la cantera, que no tuviera más aspiración que sufrir por mantener la categoría. Quien conoce la Segunda B sabe que no es el caso del Real Unión 2014/2015. El encargado de tomar las riendas del equipo es Aitor Zulaika, técnico contrastado, con un futuro prometedor en el mundo del fútbol. Estará escudado por hombres de su entorno, y eso inspira confianza. En cuanto a la plantilla, el Unión mantiene una sólida base sobre la que debería armarse un equipo competitivo. Además del sempiterno Otermin, al menos dos jugadores por línea continúan en la escuadra txuribeltz. Hablamos de gente experimentada, que tiene mucho que aportar al Real Unión.
                Con semejantes cimientos, era más fácil confeccionar una plantilla de garantías. Pero creo que lo que Zulaika tiene entre manos supera cualquier expectativa. Cierto es que Morcillo, Urbieta,  Ibarbia o Iriondo podrán pecar de inexperiencia. Pese a ello, serán los encargados de aportar la ilusión y el desparpajo de la juventud. El resto de jugadores que ha llegado al Stadium Gal durante el verano, aúna veteranía, experiencia y excelentes resultados en la categoría. Urkizu, Esnaola y Silas, por ejemplo, provienen del mejor Sestao River de los últimos tiempos. Ex unionistas como Jorge Galán, y sobre todo Aritz Mujika, ya demostraron de lo que son capaces en el Stadium Gal. Por no hablar de Mikel Alonso, el fichaje más mediático, que en caso de acercarse a su mejor nivel, debería marcar diferencias en Segunda B. Mucho se habló en el mes de julio de que la Real Sociedad estaría detrás del nuevo proyecto del Unión. A día de hoy, afloran las dudas sobre el alcance de dicho control. En cualquier caso, lo que está claro es que Aitor Zulaika puede estar satisfecho con su equipo.
                De hecho, el Real Unión demostró su competitividad en el estreno del Alcoraz. Obviamente, el resultado fue negativo. Los txuribeltz se volvieron de vacío. Pero el equipo mostró sus armas, dominó e incluso puso en aprietos a todo un rival como el Huesca. Dos errores puntuales condenaron al Unión. El de Otermin fue marca de la casa, y recordó una de las peores pesadillas de la historia reciente unionista. Con la gran diferencia de que en esta ocasión, la derrota de los txuribeltz ha llegado en la primera jornada liguera. Con tiempo de sobra para reaccionar. Y teniendo en cuenta el nivel que ofreció el equipo de Zulaika en las mejores fases del partido, hay motivos para ser optimistas de cara al futuro. Sin olvidar, por supuesto, que lo deportivo estará condicionado por lo económico y lo institucional. Perdonen el escepticismo.

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