martes, 22 de enero de 2013

Lo que el río ve

Pocas sorpresas
UNAI OIARTZUN

No es fácil transmitir un mensaje positivo tras la contundente derrota de Lasesarre. A nadie sorprende el estilo de juego del Barakaldo, su enfervorecida hinchada ni el estado del terreno de juego. El Real Unión sabía a lo que iba a enfrentarse. Lo triste es que tampoco el trabajo del colegiado es noticia a estas alturas, pero el domingo minó a un equipo ya mermado por las bajas. Un penalti dudoso a los cinco minutos de juego desequilibra la balanza y condiciona sobremanera el partido. Y no utilizar el mismo rasero en los minutos siguientes roza lo preocupante. Con todo, nada es excusa y la derrota de Barakaldo no deja de ser una decepción. La victoria estaba cara pero un punto hubiera sido un buen botín.
         De todas maneras, de poco sirve lamentarse ahora. Puede haber discrepancias pero Idiakez alineó lo que buenamente pudo. Dejando a un lado números y formaciones, el Real Unión tenía ausencias que difícilmente podían sustituirse. Gabarain y sobre todo, Kijera, dejaban pasillos en los laterales, que había que solventar moviendo a otros jugadores. Lo mismo pasaba arriba, donde la falta de Lambarri, obligaba a cambiar de sistema y por si fuera poco, Colinas y Angulo no estaban para equilibrar las carencias. El resultado, un Real Unión muy distinto al que alabamos allá por diciembre. El cambio de planes se tenía que hacer notar y lo hizo de manera negativa en Lasesarre. Si a eso añadimos el penalti transformado en el minuto cinco y el segundo tanto al cuarto de hora, el cóctel es mortal. Después sí, el Unión lo intentó y dominó el balón en la segunda parte, pero el Barakaldo no iba a dejar volar los puntos y se mostró muy cómodo gestionando la ventaja obtenida. El debut de Bello fue de lo más significativo en el segundo acto del partido.
         Pasara lo que pasara, el Real Unión no iba a moverse de la quinta posición y las consecuencias, se notarían por arriba o por abajo. Lo bueno, es que el Amorebieta sólo pudo empatar contra el Sestao, por lo que aventaja en cinco puntos al Unión. Lo malo, que el grupo perseguidor que lideran los txuribeltz se aprieta, y mucho. Del quinto al undécimo hay sólo cinco puntos de diferencia. Se ha agotado la ventaja y llega el tiempo de reaccionar. El Real Unión debería mirar arriba y el camino para ello pasa por el Stadium Gal. Si fuera cuesta sumar, no queda otra que agarrarse a la fortaleza como local. Pocos puntos se han escapado de Irun y no veo por qué debería cambiar la dinámica ahora. Puede que el próximo rival no sea el más deseado, pero su condición de líder destacado debería servir de motivación. El Alavés aventaja en trece puntos al Real Unión y sin embargo, es posible, sin mirar a la enfermería irundarra, que la diferencia entre ambos equipos no sea tan grande como refleja la clasificación. Habrá que demostrarlo sobre el campo.
                                                                                                                                            

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