martes, 4 de septiembre de 2012

Lo que el río ve


Tiempo de cambios
UNAI OIARTZUN

Estreno ante la parroquia txuribeltz con victoria y dejando la portería a cero. Cuatro puntos y terceros en la clasificación general. La verdad es que poco más se puede pedir, pero ya se escuchan las primeras voces de alarma. Que si no se vio juego, que si no creamos peligro, que gracias a que ellos no estuvieron acertados… Pues qué quieren que les diga, el domingo se vieron cosas que no vimos en toda la temporada pasada. Es verdad que siguen habiendo desajustes defensivos y que salvando la ejecución de la pena máxima el Unión no tiró entre los tres palos. Incluso diría que el Barakaldo no mereció perder. Pero el equipo trabajó y peleó, porque tocaba hacerlo contra un rival como el del domingo y porque la actitud del equipo es diferente. No hay más que ver la paliza que se pegó Lambarri, que acabó agotado pero que maniató a la defensa fabril, aunque no estuviera acertado de cara a portería. También Colinas demostró que además de rápido y habilidoso, es un jugador listo y que pelea cada balón como si fuera el último. O el nuevo Chuchi, el irreconocible, que en dos jornadas ha demostrado casi más que en toda la temporada pasada.
                Incluso la suerte estuvo de cara el domingo, tras darnos la espalda en multitud de ocasiones durante el pasado curso. El Barakaldo falló demasiado, y puso la victoria en bandeja al Unión con el penalti cometido. La suerte también es parte del fútbol, a veces te da y otras te quita y el domingo el equipo txuribeltz volvió a recuperarla. Nos quedamos por lo tanto con lo positivo de la jornada, y es que vimos a un Unión diferente, aguerrido y luchador, que aunque tiene muchísimo trabajo por delante, ya está en la tercera posición y aún no conoce la derrota. Sin pasar por alto los errores defensivos y los problemas en la medular, con un Albistegi superado y un justito Moscardó. Lo importante es mejorar, pero si mientras tanto el equipo suma y se mantiene arriba, mucho mejor. El Real Unión ha dado otro paso, la primera victoria en casa, en ese fortín en el que debe convertirse el Stadium Gal. Una de las claves de todo equipo que aspire a estar arriba.
                Las cosas cambian, esperemos que para bien, pero donde no hay demasiada alteración es en la grada, donde siguen los mil y pico de siempre. Los sufridores, los incondicionales. Las mismas caras, el mismo ambiente y las pilas bien cargadas para una temporada que se presentaba complicada, pero que comienza a mostrar los primeros destellos de esperanza. Lo que tampoco cambia es el marcador, ni el eternamente estropeado ni el de cartón de las chicas de la peña. Tampoco el césped que resbala, el incansable bombo, el bar a rebosar o el ahorro de energía cuando el sol se esconde y el terreno de juego pide luz a gritos. Señoras y señores, esto es el fútbol modesto, el de verdad, el que nos gusta y seguiremos apoyando. Bienvenidos al Stadium Gal. 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Enhorabuena! Escribes muy bien. Incluso diría que mejor que muchos periodistas de la comarca. Buen análisis!!!

Anónimo dijo...

Q envidia tendrá un tal BORJA!!!!
Gran articulo, objetivo,realista.
Enhorabuena!!!

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