martes, 28 de abril de 2015


Nadie dijo que fuera fácil
UNAI OIARTZUN

Que la clasificación para la fase de ascenso está cerca, nadie lo niega. Es evidente. Eso si, con sesenta puntos al término de la última jornada, es muy poco probable que el Real Unión esté entre los cuatro primeros. Hace falta un paso más, un último empujón. Por de pronto, los txuribeltz han perdido la primera ocasión para lograrlo. Triste consuelo es decir que el equipo mereció algo maś en Vallecas, que la derrota fue excesiva. Lo que ocurrió fue que el Unión pagó caro sus errores. En la primera media hora de juego, los ofensivos. O más bien los de finalización, porque creó ocasiones propicias para adelantarse en el marcador. Galán tuvo la puntería sorprendentemente desajustada, y ni Alonso, ni Mujika pudieron suplirle en la faceta goleadora. De poco sirve dominar y acorralar al rival, si no se aprovecha la opción de golpearle.

La respuesta fue letal. El filial rayista noqueó al Real Unión en dos golpes, duros y seguidos. Mucho tuvieron que ver los errores defensivos, en este caso. Los de Zulaika recibieron dos tantos inocentes. El primero en un saque de esquina mal defendido, el segundo tras una jugada que debían haber cortado mucho antes del disparo. En ambos casos, Jon Tena pudo haber hecho bastante más por evitar los goles. De todos modos, no vamos a culpar ahora al guardameta, después de todos los puntos que ha salvado para el equipo. Más allá de los tantos encajados, preocupante fue la incapacidad del Unión para acortar distancias, al menos, en la segunda parte. El rival jugó a placer, y no sufrió para amarrar la victoria. ¿Cómo es posible que un Real Unión herido en su orgullo, jugándose el play-off, no fuera capaz de poner en aprietos al Rayo B?

El domingo contra el Las Palmas me gustaría volver a ver al Unión hambriento e ilusionado. El equipo que presiona, pelea e incomoda constantemente al rival. Los de Aitor Zulaika deben confirmar que su apuesta es seria. Que la clasificación para el play-off no es algo circunstancial, fruto de la suerte o de otros resultados. El Real Unión se merece el premio por la excelente campaña que ha realizado. En el mejor de los casos, ganar al Las Palmas Atlético podría suponer incluso la clasificación matemática.  Pero no olvidemos lo primero. El Real Unión necesita doblegar al filial canario, que ha salido del descenso con dos victorias consecutivas. Cuidado. El Rayo B tampoco parecía un rival temible, y acabó dando una desagradable sorpresa. Que no vuelva a ocurrir.

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