Nadie
dijo que fuera fácil
UNAI
OIARTZUN
Que la clasificación para la fase de ascenso está cerca, nadie lo
niega. Es evidente. Eso si, con sesenta puntos al término de la
última jornada, es muy poco probable que el Real Unión esté
entre los cuatro primeros. Hace falta un paso más, un último
empujón. Por de pronto, los txuribeltz han perdido la primera
ocasión para lograrlo. Triste consuelo es decir que el equipo
mereció algo maś en Vallecas, que la derrota fue excesiva. Lo que
ocurrió fue que el Unión pagó caro sus errores. En la primera
media hora de juego, los ofensivos. O más bien los de finalización,
porque creó ocasiones propicias para adelantarse en el marcador.
Galán tuvo la puntería sorprendentemente desajustada, y ni Alonso,
ni Mujika pudieron suplirle en la faceta goleadora. De poco sirve
dominar y acorralar al rival, si no se aprovecha la opción de
golpearle.
La respuesta fue letal. El filial rayista noqueó al Real Unión en
dos golpes, duros y seguidos. Mucho tuvieron que ver los errores
defensivos, en este caso. Los de Zulaika recibieron dos tantos
inocentes. El primero en un saque de esquina mal defendido, el
segundo tras una jugada que debían haber cortado mucho antes del
disparo. En ambos casos, Jon Tena pudo haber hecho bastante más por
evitar los goles. De todos modos, no vamos a culpar ahora al
guardameta, después de todos los puntos que ha salvado para el
equipo. Más allá de los tantos encajados, preocupante fue la
incapacidad del Unión para acortar distancias, al menos, en la
segunda parte. El rival jugó a placer, y no sufrió para amarrar la
victoria. ¿Cómo es posible que un Real Unión herido en su orgullo,
jugándose el play-off, no fuera capaz de poner en aprietos al Rayo
B?
El domingo contra el Las Palmas me gustaría volver a ver al Unión
hambriento e ilusionado. El equipo que presiona, pelea e incomoda
constantemente al rival. Los de Aitor Zulaika deben confirmar que su
apuesta es seria. Que la clasificación para el play-off no es algo
circunstancial, fruto de la suerte o de otros resultados. El Real
Unión se merece el premio por la excelente campaña que ha
realizado. En el mejor de los casos, ganar al Las
Palmas Atlético podría suponer incluso la clasificación
matemática. Pero no
olvidemos lo primero. El Real Unión necesita doblegar al filial
canario, que ha salido del descenso con dos victorias consecutivas.
Cuidado. El Rayo B tampoco parecía un rival temible, y acabó dando
una desagradable sorpresa. Que no vuelva a ocurrir.
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