Más
que un resultado
UNAI OIARTZUN
Se
habla, sobre todo, de la tranquilidad de los tres puntos y de la importancia de
hacerse fuertes en casa. De acuerdo. El
tropiezo de Leganés marcaba un claro objetivo y la victoria contra la Peña
parecía indispensable. Finalmente así fue y es
motivo de alegría para todos. Bien. Sin embargo, creo que el estreno
liguero en Gal da pie a un análisis más amplio. A mí personalmente, el partido
no me sorprendió. La pretemporada ya dejó pistas interesantes. Pero me consta
que la actuación del equipo asombró a más de uno. Quien decía que la Peña Sport
es un equipo de nuestra liga, se ha percatado de que el bloque de Sergio
Francisco apunta, cuanto menos, un poco más arriba. ¿Cuánto? Lo veremos en las
próximas jornadas. No hay prisa. Ni debe haberla.
La verdad es que la primera parte
del Real Unión fue digna de elogio. Lo mejor que ha mostrado desde el mes de
julio. Se hizo con la posesión desde el inicio y buscó la portería sin
descanso. Jugó el balón con criterio, tocando en campo propio hasta encontrar
el hueco. Las bandas llevaron peligro, en especial la derecha con Piette y con Gabilondo,
de donde vino el primer gol de los txuribeltz. Pero lo que realmente funcionó
fue el trío que colocó Sergio en el centro del campo. Con Rodellar por delante
de la defensa, y con Juan Domínguez y Eneko Romo algo más adelantados. Bajando
a recibir y a apoyar en el inicio de la jugada. Y creando peligro cada vez que
merodeaban por el área tafallesa. Dos jugadores veteranos, que tendrán galones
esta temporada, y que se entienden a la perfección jugando juntos en el campo.
No hay más que ver las paredes que se marcaron el sábado. Una pareja que puede
aportar mucho, siempre que aguante en el apartado físico.
La Peña Sport no es, ni de lejos, el
rival más complicado que pasará por el Stadium. Incluso así, es destacable la
superioridad que demostró el conjunto txuribeltz durante la primera mitad. La
segunda arrancó con un gol tempranero, que seguía a rajatabla el guión que conducía
a la victoria por la vía rápida. Sobre el tanto, decir que Eneko sorprendió al
portero, a la grada y a sus propios compañeros. Un detalle de muchos quilates.
Será difícil que repita uno parecido. Dos goles de ventaja ponían el choque muy
de cara para los de casa, que se calmaron algo más de lo debido. Entre eso y el
bajón físico, el peligro cambió de lado y la Peña Sport gozó de las mejores
ocasiones para recortar distancias en el marcador. La zaga y Otermin evitaron
que ocurriera, pero no hay que pasar por alto que hubo errores defensivos que
habrá que corregir. Es de lo poco que se le puede achacar al equipo.
Afortunadamente el rival no acertó y el Unión amarró los tres puntos sin tener
que sufrir en el tramo final, algo preocupantemente habitual durante la pasada
campaña.
La valoración es positiva, pero
tampoco conviene lanzar las campanas al vuelo. Se acaba de disputar la segunda
jornada. El Real Unión está en disposición de competir y disputar cada partido
ante cualquier rival. Ha mostrado incluso, destellos de calidad, que irán
aflorando al ritmo al que se vaya conjuntando la plantilla. Y hablando de la
plantilla, debo dar mi opinión en cuanto a los últimos fichajes. Con todo el
respeto y apoyo hacia ellos, y hacia la dirección deportiva, que busca lo mejor para el
equipo. En los tiempos que corren, sabiendo de la difícil tesitura en la que se
encuentra el club en lo económico, no creo que haya necesidad de buscar
jugadores sub 23 fuera del Stadium Gal. El club ha dado la opción a la cantera
en pretemporada, pero parece que salvando el gratificante caso de Balerdi, la
puerta volverá a cerrarse para el resto. Infante y Arzamendi se marcharon en
julio, y Vizcaíno y Madina han tomado rumbo a Pasaia, refugio de unionistas
descartados. Y mientras tanto, el club rastrea el mercado en busca de jóvenes
valores. Ojalá me sorprenda por el nivel que aporten al equipo. Ahora toca centrarse en el próximo rival, más
si cabe en este caso, y es que habrá que enfrentarse en dos ocasiones al Laudio
en su feudo. Que sigan las buenas sensaciones.
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