Nuevo tropiezo
UNAI OIARTZUN
Una alarmante falta de claridad y
decisión en los últimos metros condenó al Real Unión a otro empate que sabe a poco.
Supone un punto fuera de casa, que ojalá a la postre sea decisivo, pero que de
momento no aporta demasiado y que retrasa a los irundarras a la decimocuarta
posición de la clasificación. Puede que por la tremenda escasez de ocasiones por ambos
bandos, el resultado final del derbi de Zubieta hiciera justicia. Pero por lo
visto sobre el terreno de juego, si alguien tuvo que llevarse los tres puntos,
lo cierto es que fue el Real Unión. Dominó el juego y mantuvo el control del
partido en todo momento, pero no consiguió llegar con peligro al área rival. La
falta de titulares como Lambarri, Domínguez y Angulo, tuvo mucho que ver en
ello.
Una
de las mayores sorpresas del partido fue la total incapacidad del Sanse para
elaborar su juego. La medular donostiarra estuvo superada, y la línea ofensiva
formada por Barcina, Ozkoidi y Sangalli, perfectamente bloqueada. Pero gran parte de
ello, más que fallo del filial, fue consecuencia
del buen trabajo de los txuribeltz. La defensa estuvo sólida y segura, con Piette,
Herreros, Toño y Kijera repitiendo en la línea de cuatro, y Villanueva no pasó
apuro ninguno. El mayor cambio estuvo en la posición de Valín, por delante de
los centrales, dejando en la caseta a Moscardó, que hasta entonces había
disputado todos los partidos en liga. Gran decisión de Idiakez, no por la
ausencia del valenciano, ni mucho menos, sino por la buena actuación del
portugalujo, que de paso, dejó más
libertad a Albistegi. El ex realista cuajó uno de sus mejores partidos en lo
que va de temporada. A partir ahí
empezaron los problemas de los txuribeltz. Colinas, Chupe e Infante, por
delante de Chuchi, formaron la vanguardia unionista y no consiguieron encontrar
el camino de la portería de Bardaji. Tampoco ante diez jugadores, tras la
expulsión de Callens, en la que Colinas tuvo mucho que ver. El donostiarra
buscó las cosquillas al desacertado central peruano. Bien por Julen, que sigue reafirmándose
como indiscutible en el once txuribeltz.
Sin
duda se notó la falta del trabajo de un nueve como Lambarri, pero también la
magia que demostró Domínguez ante el Eibar. Juan sigue teniendo esa capacidad
de desatascar los partidos más complicados. Veremos si en las próximas
jornadas, las decisiones arbitrales no lastran tanto a los de Idiakez. De todas
maneras, el míster no tenía recambios y tuvo que emplear al central Andriu como delantero,
dejando en evidencia lo corto y algo escaso de la plantilla actual. De momento,
no hay más remedio que conformarse con seguir sumando. Sirve de consuelo mirar
a la clasificación y ver que pese a todo, el cuarto clasificado no tiene más de
cinco puntos de ventaja sobre el Real Unión, que el domingo gozará de una gran
oportunidad de proporcionar una alegría a su afición. Recibe al Osasuna B,
farolillo rojo de la clasificación. No por el color de su indumentaria, sino
porque el único punto que ha cosechado el Promesas hasta la fecha, le condena a
la última plaza. Un equipo con tan escaso bagaje, debe ser la segunda víctima
del infierno fronterizo. Ya es hora de sumar de tres en tres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario