martes, 16 de octubre de 2012

Lo que el río ve


Nuevo tropiezo
UNAI OIARTZUN
Una alarmante falta de claridad y decisión en los últimos metros condenó al Real Unión a otro empate que sabe a poco. Supone un punto fuera de casa, que ojalá a la postre sea decisivo, pero que de momento no aporta demasiado y que retrasa a los irundarras a la decimocuarta posición de la clasificación. Puede que por la tremenda escasez de ocasiones por ambos bandos, el resultado final del derbi de Zubieta hiciera justicia. Pero por lo visto sobre el terreno de juego, si alguien tuvo que llevarse los tres puntos, lo cierto es que fue el Real Unión. Dominó el juego y mantuvo el control del partido en todo momento, pero no consiguió llegar con peligro al área rival. La falta de titulares como Lambarri, Domínguez y Angulo, tuvo mucho que ver en ello.
                Una de las mayores sorpresas del partido fue la total incapacidad del Sanse para elaborar su juego. La medular donostiarra estuvo superada, y la línea ofensiva formada por Barcina, Ozkoidi y Sangalli,  perfectamente bloqueada. Pero gran parte de ello, más que fallo del filial,  fue consecuencia del buen trabajo de los txuribeltz. La defensa estuvo sólida y segura, con Piette, Herreros, Toño y Kijera repitiendo en la línea de cuatro, y Villanueva no pasó apuro ninguno. El mayor cambio estuvo en la posición de Valín, por delante de los centrales, dejando en la caseta a Moscardó, que hasta entonces había disputado todos los partidos en liga. Gran decisión de Idiakez, no por la ausencia del valenciano, ni mucho menos, sino por la buena actuación del portugalujo, que de paso,  dejó más libertad a Albistegi. El ex realista cuajó uno de sus mejores partidos en lo que va de temporada.  A partir ahí empezaron los problemas de los txuribeltz. Colinas, Chupe e Infante, por delante de Chuchi, formaron la vanguardia unionista y no consiguieron encontrar el camino de la portería de Bardaji. Tampoco ante diez jugadores, tras la expulsión de Callens, en la que Colinas tuvo mucho que ver. El donostiarra buscó las cosquillas al desacertado central peruano. Bien por Julen, que sigue reafirmándose como indiscutible en el once txuribeltz.
                Sin duda se notó la falta del trabajo de un nueve como Lambarri, pero también la magia que demostró Domínguez ante el Eibar. Juan sigue teniendo esa capacidad de desatascar los partidos más complicados. Veremos si en las próximas jornadas, las decisiones arbitrales no lastran tanto a los de Idiakez. De todas maneras, el míster no tenía recambios y tuvo  que emplear al central Andriu como delantero, dejando en evidencia lo corto y algo escaso de la plantilla actual. De momento, no hay más remedio que conformarse con seguir sumando. Sirve de consuelo mirar a la clasificación y ver que pese a todo, el cuarto clasificado no tiene más de cinco puntos de ventaja sobre el Real Unión, que el domingo gozará de una gran oportunidad de proporcionar una alegría a su afición. Recibe al Osasuna B, farolillo rojo de la clasificación. No por el color de su indumentaria, sino porque el único punto que ha cosechado el Promesas hasta la fecha, le condena a la última plaza. Un equipo con tan escaso bagaje, debe ser la segunda víctima del infierno fronterizo. Ya es hora de sumar de tres en tres.

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